El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha afirmado este jueves que no hubo negociación con Estados Unidos para liberar a 222 presos políticos del régimen, enviados esta mañana a Washington. Ortega ha contado que ha sido su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, quien contactó a la embajada estadounidense en Managua para pedir la salida del país de los detenidos. “No pensaba que hubiera una respuesta positiva”, dijo Ortega. “No se trataba de negociar nada. No estamos pidiendo que nos levanten las sanciones”, agregó el mandatario la tarde del jueves en una conferencia de cadena nacional, desde Managua. Ortega ha hecho referencia a las medidas que Washington ha tomado contra el régimen, que incluyen sanciones contra familiares, entre ellos a Murillo y varios de sus hijos y a funcionarios importantes del Gobierno. “De parte del Gobierno de Estados Unidos no hemos pedido absolutamente nada”, reiteró Ortega. “No hemos tenido un trueque. Este no es ‘un te doy esto y me das aquello’. Esto lo que hace es confirmar que [los presos políticos] están retornando a un país que es el que los ha utilizado para sembrar el terror, la muerte y la destrucción en Nicaragua”, dijo.
Información en desarrollo.
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