Daniel Sirera (Badalona, 55 años) tiene un doble reto: absorber el voto de Ciudadanos y atraer al votante que le abandonó por Vox. Regresa de Valencia para ser el alcaldable del PP por Barcelona. Defiende otro tipo de orden: “Un amigo pretendía abrir una tienda de vinos en la Barceloneta y el plan de usos le impedía abrir si estaba a 100 metro de otra. Es un error, la competencia es buena”. Su mensaje: ni Ada Colau, ni Jaume Collboni, ni independencia.
Pregunta. Igual que el candidato del PP en Barcelona en 2019, Josep Bou, lo decidió la dirección del partido, entonces Pablo Casado, ¿esta vez es usted más candidato de Alberto Núñez Feijóo que de Alejandro Fernández?
Respuesta. Cuando salió mi nombre en 2021 la dirección de Barcelona y Alejandro me dijeron que estarían encantados de que fuera candidato. Al no concretarse, me marché a Valencia para ayudar a Carlos Mazón a ser presidente de la Generalitat. Al final es Feijóo, que me conoce desde hace años, quien me dice: “Te necesito en Barcelona”. Y siento totalmente el apoyo del PP catalán.
P. ¿No hay gente nueva en los partidos, sobre todo en Junts y ERC?
R. Son partidos que han sufrido un proceso de canibalización y, en los últimos años, la política se ha desprestigiado mucho. Muchos jóvenes no ven utilidad en los partidos y les entiendo: creen que lo único que hacen es generar problemas. Vengo con la idea de resolver problemas.
P. ¿Ha hablado con Josep Bou? ¿Contará con él?
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R. Sí, le conozco desde hace años. Todo el mundo que quiera ayudarme en el partido será bienvenido. A Bou hay que agradecerle que cuando nadie quería ser candidato, siendo empresario, aceptó y ha defendido nuestros colores, con aciertos y errores.
P. ¿Cree que PP puede sumar votos de la derecha clásica?
R. Si por derecha clásica entiende gente de Convergència i Unió estamos abiertos a que nos voten. Muchos están huérfanos, gente moderada que no está de acuerdo con lo que ha hecho [el ex president Carles] Puigdemont ni que él sea el jefe de campaña de [el ex alcalde Xavier] Trias. Aquí tienen un PP sensato, moderado y con ganas de mejorar la ciudad. Si se refieren a otras formaciones, estamos abiertos a que cualquiera que quiera un cambio.
P. ¿Absorberán a Ciudadanos y contendrán a Vox?
R. Aspiramos a que los votantes de Ciudadanos confíen en el Partido Popular. Hay gente que ha votado a Vox en el pasado, quizás enfadada o descontenta con cosas que ha hecho el PP. Sí, lo entiendo, y les pido que confíen en nosotros, desde los radicalismos no se construye nada.
P. ¿Apoyaría un Gobierno de Trias / Collboni?
R. No lo sé, depende. Trias y Collboni han dicho que si no son alcaldes dimitirán. A quien no voy a apoyar es a quienes pretendan seguir haciendo las mismas políticas que han llevado a Barcelona la situación en la que está.
P. ¿Vox sería una línea roja?
R. Vox no entrará en el Ayuntamiento de Barcelona.
P. ¿Su línea roja es no dar votos a Ada Colau?
R. Me gusta hablar con todo el mundo, lo que sí que sé es que el voto al Partido Popular no va a hacer alcaldesa a Colau. El voto al PP sirve para echar a Colau del Ayuntamiento. Barcelona está perdiendo inversiones, no atrae talento, han convertido la ciudad en un escaparate mundial en el que la gente puede lanzar objetos contra la policía y quemar contenedores.
P. Choca este discurso en la semana del ISE, la feria más importante del audiovisual.
R. En Barcelona se producen dos tipos de inseguridad: la ciudadana y la jurídica, fruto de las políticas de este gobierno municipal y de la Generalitat.
P. ¿Prefiere la libertad de Isabel Díaz Ayuso?
R. No necesariamente. Díaz Ayuso me parece una persona muy válida, es una gran presidenta. Si va a Madrid, la gente que crea negocios está encantada. La percepción de que allí todo está mejor es una realidad. Aquí, para que te den una licencia para un comercio pasan muchos meses, hay chefs catalanes que están pensando abrir proyectos en Madrid.
P. ¿Pararía la Superilla si fuera alcalde?
R. Algunas de las que se han hecho están bien y pacificar el tráfico es hacer que la ciudad sea un poco mejor, pero se han hecho sin analizar el impacto que tienen en el entorno. No se puede pensar desde un despacho tirando un dardo en un mapa. La gente que vive en Consell de Cent puede estar contenta, pero yo vivo en la calle Valencia y viviremos el doble de peor, porque nos comeremos el tráfico. Están haciendo una ciudad de primera y una ciudad de segunda, la están troceando y la movilidad entre barrios es cada día más difícil.
P. Pero hay consenso en que el coche en la ciudad no es el futuro.
R. El Ayuntamiento no puede imponer su criterio a la gente, la gente debe tener libertad de decidir cómo se mueve.
P. ¿Quién es peor a su juicio, Ada Colau o Jaume Collboni?
R. Creo que son caras de una misma moneda, son corresponsables, han gobernado juntos.
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