El hombre que embistió con su vehículo el carrito de tamales de Jorge Claudio Mendoza ocasionándole la muerte el pasado 24 de diciembre ha sido detenido de nuevo, según ha informado una hermana del fallecido. La Fiscalía del Estado de México lo dejó en libertad aquel día, a pesar de que los familiares denunciaron que el coche, un Mini Cooper, iba a toda velocidad y el conductor presentaba signos de embriaguez. El delito que se le atribuía, de menor gravedad, permitía dejar en arresto domiciliario al conductor, pero la familia extendió su protesta hasta llegar al Palacio Nacional, donde el gobernador del Estado, Alfredo del Mazo, se comprometió a intervenir: “Pediremos a la Fiscalía que atienda esto. No debe haber injusticias ni que estas situaciones pasen sin consecuencias”.
Hoy, unas horas antes de que acabe el año, se ha anunciado la detención, de nuevo, del sujeto que ocasionó la muerte del tamalero de 47 años que voceaba su producto en Cuatitlan Izcalli cuando su carrito fue expulsado a la banqueta con un golpe mortal. La familia se ha reunido con el fiscal del Estado de México, José Luis Cervantes, y ha informado de la detención del conductor.
El asunto conmovió a la ciudadanía. Se trataba de un humilde padre de familia que aportaba el sustento de la casa con la venta de sus tamales. Sus dos hijos están en la universidad. Uno de ellos salvó la vida de milagro, porque aquella mañana iba vendiendo con el padre, pero se retiró unas calles más allá para entregar un pedido. Pronto se supo que el conductor, Ken Omar N, había indemnizado a la familia y vuelto a su casa a pasar en arresto domiciliario el fin de año. La indignación cundió entre la sociedad y los vecinos y amigos del fallecido se manifestaron en las calles del pueblo con un corte de carreteras. “Ya estuvo bien de que gente privilegiada pase por encima de los ciudadanos. Esta marcha es para exigir que la muerte de Claudio Mendoza no quede impune mientras el asesino anda libre disfrutando de su familia”, dijo una prima del tamalero.
La justicia en México seguía su curso, pero los periodistas no dejaron caer el asunto y en la conferencia matutina de este viernes, en la que participaba el gobernador del Estado de México, se le preguntó a él y al presidente por el asunto. Entonces llegaron los compromisos de justicia, tanto por parte del presidente como de Alfredo del Mazo. Solo un día después, la fiscalía ha anunciado que el conductor había sido detenido de nuevo.
“El daño moral que mis sobrinos tienen es muy fuerte, nosotros queremos justicia en todo lo que se procede a la ley, sabemos que él tiene derechos, solo queremos que se haga justicia”, ha declarado a Milenio Marilú Claudio, hermana del fallecido. La mujer ha agradecido a las personas que les han apoyado y a los medios de comunicación la insistencia en que este caso no quedara en la impunidad.
“Las autoridades hicieron su trabajo, lo detuvieron cerca de su domicilio. La incongruencia es que tras 48 horas y a pesar de las pruebas lo dejaron en libertad bajo arresto domiciliario”, declaraba Raziel, hijo mayor del tamalero fallecido, horas después del siniestro en medios locales. La información que trascendió desde el primer minuto es que el vehículo iba a toda velocidad y que quien manejaba el volante estaba borracho. De lo primero no queda duda, porque un video que circuló por todas partes muestra a las claras la violenta embestida del Mini Cooper contra el carrito de tamales que iba, con su sombrilla azul, despacio por la carretera.
“Ni todo el dinero que nos den nos va a devolver a mi papá”, dijo su hijo Raziel en referencia a la supuesta indemnización que había recibido la familia. “Este señor está en su casa y pasará estas fechas festivas con su familia. Aquí en la mía todos estamos con la tristeza”, se quejaba días atrás. No va a ser así, por ahora.
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