Diez días después de que Lidia Gabriela, de 23 años, muriera tras arrojarse de un taxi que iba toda velocidad por el miedo a ser secuestrada, ha sido detenido el conductor del vehículo al que se le adjudica el intento de rapto. Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Pública Ciudadana de Ciudad de México, ha informado la mañana de este jueves que Fernando ‘N’ ha sido confirmado como el chofer del automóvil que también ha sido asegurado.
El 1 de noviembre a las 17.00 horas, Lidia Gabriela Gómez tomó un taxi en la colonia Las Peñas de Iztapalapa, al sur de Ciudad de México. Al llegar a la estación del metro Constitución, donde ella iba a bajarse, el hombre que hoy ha sido aprehendido cambió de rumbo y aceleró por la vía de alta velocidad. Aunque la joven pidió ayuda a gritos a través de la ventanilla y al ver que nadie podía ayudarla, se lanzó del vehículo en movimiento.
Poco después de que se hiciera público el fallecimiento de Lidia Gabriela, la policía detuvo a un hombre de 51 años que fue señalado en un primer momento como el conductor del taxi. Poco después, la Fiscalía de Ciudad de México y la secretaría de Seguridad admitieron que el arrestado fue en realidad el hermano del responsable, llamado Federico. Los dos hombres tenían un parecido físico y los agentes se confundieron de persona, según dieron a conocer los familiares de la fallecida.
Lidia Gabriela Gómez, era originaria de Tampico (Tamaulipas), fue velada apenas hace algunos días en la capital de México. Hace un año la joven llegó a la gran metrópoli huyendo de la violencia que azota el norte del país. Ahora, su familia pide justicia para ella.
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