La Fiscalía General de la República (FGR) ha detenido entre el martes y el miércoles a nueve policías en Guerrero por el Caso Ayotzinapa. Capturados este miércoles en Chilpancingo, siete de los nueve eran agentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal cuando ocurrió el ataque. Los otros dos fueron capturados ayer y eran elementos de la policía municipal de Huitzuco, pueblo cercano a Iguala, lugar de la agresión. Todos figuraban en la lista de buscados de la última orden de aprehensión que firmó, el año pasado, el ahora exfiscal especial del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo.
De los siete estatales, dos habrían estado implicados en la desaparición forzada, la tortura y el asesinato de uno de los estudiantes normalistas muertos durante el ataque, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Se trata de Julio César Mondragón, cuyo cuerpo apareció el mismo día 27, en un camino rural cerca de Iguala, el Camino del Andariego. Los dos policías estatales presuntamente implicados en este caso, ahora detenidos, son Ramiro A. y Lorenzo B.
La acusación en su contra se basa principalmente en los dichos de un testigo protegido de la Unidad Especial de Investigación y Litigio para el Caso Ayotzinapa (UEILCA), de la FGR. Se trata de Carla, antiguo integrante de Guerreros Unidos, grupo criminal que perpetró el ataque, junto a policías de diferentes corporaciones y agentes de otras fuerzas de seguridad, como la policía estatal. Ramiro A. y Lorenzo B. estarían implicados también en la desaparición de parte de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos aquella noche, en concreto parte de los que desaparecieron de uno de los dos escenarios del ataque, el Palacio de Justicia de Iguala.
En cuanto a los otros siete, la UEILCA y Gómez Trejo los acusaron de delincuencia organizada, por forma parte supuestamente de la red criminal de Guerreros Unidos. Se ignora por qué han detenido a los nueve ahora o si seguían formando parte de las corporaciones para las que trabajaban en 2014. En un comunicado divulgado este miércoles, la Secretaría de Seguridad de Guerrero, única corporación que se ha referido de manera oficial a las detenciones, no ha dado detalles al respecto.
Los otros dos detenidos son dos policías de Huitzuco, no agentes de Iguala, como informaba en su comunicado la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero. Se trata de Navis M. e Imer M., dos agentes que trabajaban cerca del jefe policía local, Javier Núñez. Según la teoría de la UEILCA, basada aquí también, al menos parcialmente, en las declaraciones de otro testigo protegido, un expolicía de Huitzuco de nombre en clave Damián, los agentes del municipio participaron en dos escenarios del ataque: el Palacio de Justicia y el crucero de Santa Teresa.
Al primer escenario llegaron dos de los cinco autobuses que los estudiantes de Ayotzinapa se llevaron de la terminal de Iguala. Del primero, policías de Iguala y de Huitzuco se llevaron a entre 15 y 20 jóvenes. Agentes de Huitzuco llegaron también a Santa Teresa aquella noche, un crucero en la carretera que una Iguala y Chilpacingo. La idea era detener los autobuses de los normalistas, al parecer, confundidos con integrantes de un grupo criminal contrario. La confusión allí fue doble, porque el único autobús que llegó fue el del equipo de fútbol Los Avispones, que salía de Iguala después de jugar un partido.
Policías y criminales atacaron el autobús y un taxi que pasaba por allí. Un futbolista murió y también la pasajera del taxi. Los dos detenidos ahora, Imer y Navis, hermanos, habrían estado en uno de los dos escenarios, o en ambos. La Fiscalía les acusa de desaparición forzada.
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