La presidenta de Perú ha dado un paso más en la escalada de la tensión diplomática con los Gobiernos de la región. Si la semana pasada, el Congreso declaró persona non grata al presidente de Colombia, Gustavo Petro, este viernes Dina Boluarte ha anunciado una medida drástica en contra del Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador: el retiro definitivo del embajador de Perú en México. Acompañada del primer ministro, Alberto Otárola, y de la canciller, Ana Cecilia Gervasi, Boluarte ha ofrecido un brevísimo mensaje a la nación en el que ha dejado constancia de su incomodidad hacia su homólogo. La relación bilateral se reducirá a unos encargados de negocios.
“Rechazo enérgicamente las expresiones formuladas por el presidente de México sobre asuntos internos del Perú y sus inaceptables cuestionamientos que de manera reiterada formula sobre el origen constitucional y democrático de mi Gobierno. El señor López ha decidido apoyar el golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, el mismo que generó el rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático en el Perú”, ha señalado la jefa de Estado, que ha sido discutida por la población desde que se cruzó la banda presidencial el 7 de diciembre tras el autogolpe fallido de Castillo.
López Obrador se había expresado por la mañana en términos muy duros contra Boluarte, tildándola de “presidenta espuria” y remarcando su alto nivel de desaprobación. “Aun así, ellos mandan con las bayonetas y con la represión, con la fuerza. Ya van más de 60 asesinados y en esas mismas encuestas la mayoría de la gente de Perú está pidiendo que se convoque elecciones, que sea el pueblo que decida”, expuso durante su conferencia de prensa mañanera. El mandatario mexicano, además, contó su encuentro con la ex primera dama Lilia Paredes, a quien se concedió el asilo político junto a los hijos de Castillo. “Ella es una mujer excepcional, humilde, buena, que vino a agradecerme por lo que se hizo con ellos, a hablarme de sus hijos, que están estudiando. Estamos procurando que no les falte de nada, ayudarles”, dijo.
Desde 2021, Manuel Gerardo Talavera Espinar se desempeñaba como embajador de Perú en México. Talavera, además, fue viceministro de Relaciones Exteriores durante el periodo presidencial de Martín Vizcarra. Esta decisión, una carga de profundidad contra las relaciones entre ambos países, se suma a la expulsión de Pablo Monroy, quien hasta finales del año pasado ocupaba el cargo de embajador mexicano en Perú. Y en una espiral cada vez más tensa, López Obrador se ha negado a traspasar a Boluarte la presidencia de la Alianza del Pacífico, un mecanismo de integración comercial conformado por Chile, Colombia, México y Perú.
“Con sus declaraciones, el señor López viola el principio del derecho internacional sobre la no injerencia en asuntos internos, así como aquellos referidos a la defensa y promoción de la democracia. El señor López ha decidido afectar gravemente las bicentenarias relaciones de respeto mutuo, amistad, cooperación y voluntad de integración que históricamente han unido a Perú y México al privilegiar afinidades ideológicas en menoscabo de importantes procesos de integración que benefician a nuestros pueblos como la Alianza del Pacífico”, señaló Dina Boluarte en su discurso. A partir de ahora, añadió, la relación diplomática entre ambos países “quedará formalmente a nivel de encargados de negocios”.
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