Marcelo Ebrard sigue apretando el acelerador consciente de que los tiempos se estrechan en la carrera por la sucesión presidencial. El canciller está siendo el más activo de los cuatro contendientes de Morena, que aguardan a que pasen las elecciones estatales de principios de junio, para empezar, ya sí, la campaña interna que decidirá quien toma el relevo para las presidenciales de 2024. Mientras tanto, todos llevan meses enfrascados en actos de proselitismo de baja intensidad, incluido algún dardo entre contrincantes. Este fin de semana, Ebrard ha estado de gira por Oaxaca y ha vuelto a vuelto a dejar un recado: “El pueblo tiene que elegir a quién sigue, no el dedazo”.
El mensaje tiene como destinatarios tanto al aparato del partido, que aún debe definir las reglas de la elección interna, como a Claudia Sheinbaum, favorita en todas las encuestas. El presidente ha pedido expresamente que nadie se mueva antes de los comicios del Estado de México y Coahuila, a la vez que ha anunciado que los plazos para la encuesta, el método elegido para los comicios internos, se acortarán para que después del verano el partido ya tenga a su candidato.
Ebrard ha sido, en todo caso, el más explícito a la hora de pedir al partido claridad y premura. Esta misma semana, el canciller dijo a los medios que envió desde diciembre una carta a Mario Delgado, el presidente de la formación, para pedirle que hubiera un acuerdo sobre los tiempos. “Al final, [Delgado] ya dijo que lo va a hacer, en junio. Ya con eso me doy por enterado de que finalmente lo que propusimos se va a llevar a cabo”, señaló, “estamos a tres semanas, entonces ya no le discuto la fecha”.
El recado de este fin de semana a Sheinbaum, considerada como la candidata que cuenta con el favor a priori del presidente y por extensión del aparato del partido, tampoco es nuevo. Ebrard ha insistido mucho en que lo correcto es realizar encuestas espejo, tener fechas claras para separarse de los cargos y promover un piso parejo. “O hay encuesta o hay favorita”, dijo en alusión a Sheinbaum el mes pasado.
La jefa del Gobierno capitalino, por cierto, también estaba este fin de semana en Oaxaca. Pero la agenda de ambos ha sido muy diferente. Mientras Sheinbaum ha ido de la mano del gobernador del Estado, Salomón Jara; el titular de exteriores se ha dedicado a promocionar su biografía, El camino de México, y a inaugurar una oficina consular en un pequeño pueblo. Unas actividades muy volcadas a intervenir sobre el terreno con la intención de acercar su imagen de efectivo hombre de despacho también a la gente de a pie.
En esa misma línea, Ebrard subrayó la diferencia de ambas giras y lanzó otro dardo a Sheinbaum: “Cada quien toma sus decisiones, yo estoy con el pueblo”. Además, el canciller ha explotado también su largo tiempo al lado de Obrador. “El presidente me dijo un día, hace muchos años, algo muy emotivo, me dijo que nunca iba a olvidar lo que había yo hecho con él, “´tú eres mi carnal” y hoy me dice “tú eres mi hermano”, yo le digo también que Andrés es mi hermano”. Para insistir en que el partido debe gratinar una pelea en igualdad de condiciones: “Si se respeta lo que el pueblo decida lo vamos a apoyar todos, pero que sea el pueblo el que diga quien quiere que siga lo que ha construido el presidente”.
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