El Arsenal no se rinde | Deportes

No baja los brazos el Arsenal, que después de cuatro jornadas sin vencer encontró el mejor reconstituyente posible, un partido contra el Chelsea, el equipo que más gasta del planeta y uno de los que menos soluciones tiene, un pastiche en el que se suceden los desastres y los experimentos, un pelele para que el aspirante al título retomase la buena senda que había perdido. Suficiente para enfocarse en un final de liga en el que quiere obligar al Manchester City a mantener su mejor versión para revalidar su mandato en la Premier. El Arsenal retoma el liderato de la Premier, suma 78 puntos y tiene dos puntos y dos partidos jugados más que la escuadra que dirige Pep Guardiola. Si los gunners ganan las cuatro citas que les quedan (Newcastle y Nottingham a domicilio y Brighton y Wolves en casa) obligarían al City a ganar cinco de los seis partidos que le restan para asegurarse el campeonato. Ese es el objetivo que se plantea Mikel Arteta. “Estamos en la parte más bonita de la temporada y tenemos que disfrutarlo”, es el amable mensaje que transmite el técnico del Arsenal.

Arsenal

3

Aaron Ramsdale, Ben White, Zinchenko (Tierney, min. 73), Gabriel (Robert Holding, min. 85), Jakub Kiwior, Odegaard, Xhaka, Jorginho (Thomas, min. 85), Gabriel Jesus, Bukayo Saka (Reiss Nelson, min. 73) y Trossard (Martinelli, min. 59)

1

Chelsea

Arrizabalaga, Azpilicueta, Wesley Fofana (Trevoh Chalobah, min. 86), Thiago Silva, Ben Chilwell, Enzo Jeremias Fernandez (Mykhailo Mudryk, min. 70), Kovacic, Kante, Nonso Madueke (Hakim Ziyech, min. 79), Aubameyang (Kai Havertz, min. 45) y Sterling (Conor Gallagher, min. 71)

Goles 1-0 min. 17: Odegaard. 2-0 min. 31: Odegaard. 3-0 min. 34: Gabriel Jesus. 3-1 min. 64: Nonso Madueke.

Árbitro Robert Jones

Tarjetas amarillas Kovacic (min. 79) y Conor Gallagher (min. 95)

El repaso al Chelsea tuvo momentos groseros. Lampard, a punto de cumplir un mes tras su vuelta al equipo, suma un bagaje de seis derrotas, dos de ellas en la Champions. Así que anda a la búsqueda desesperada de soluciones. Su último ingenio consistió en darle la titularidad a Aubameyang, el mismo que salió trasquilado del Arsenal tras un encontronazo con Arteta. En las últimas 12 jornadas apenas jugó tres ratitos y no disfrutaba de la titularidad desde hace medio año, pero Lampard ya se encomienda a todo tipo de milagros para reactivar a un equipo cadavérico. “En estas situaciones se puede encontrar una cierta motivación”, justificó el entrenador. Aubameyang se quedó en la caseta en el descanso tras tocar nueve veces la pelota durante la primera parte.

Dos de los nueve toques del delantero gabonés fueron en campo del rival, un dato que revela que el partido fue en sentido opuesto. El Arsenal jugó con su habitual entusiasmo, con ese estilo vibrante e hiperactivo sin balón que ha convertido en seña de identidad. Y volvió a encontrar al mejor Odegaard, autor de los dos primeros goles para dejar rastro de llegador. El centrocampista noruego suma ya 14 tantos en lo que va de Premier. No se vio en el Emirates un futbolista en su demarcación con tal capacidad anotadora desde que Cesc Fàbregas hizo diana en 15 ocasiones en la temporada en la que acabó levantando la Copa del Mundo en Johannesburgo.

Madueke de vidilla

Fàbregas, que apura sus días de corto en el Como italiano, vio en directo la exhibición de Odegaard porque un canal de televisión inglés le reclutó para comentar el partido. Pero resta la duda de si el Arsenal se lució por su valor o por las carencias del Chelsea. Arteta tocó piezas. Con Saliba, su pilar defensivo, todavía de baja le dio minutos al novel polaco Kiwior, vista la tibieza de Holding en los últimos partidos. Y en la medular le dio descanso a Thomas para dar cancha a Jorginho. El equipo recuperó su vigor. Debió golear, pero no lo hizo. Tras el descanso regresó mandón, obligó a Thiago Silva a sacar bajo palos un remate de Gabriel, pero encajó un gol de Madueke que pareció un accidente, pero que le dio vidilla al Chelsea y desató una cierta inquietud si se considera que el Arsenal viene de ceder ventajas de dos goles ante Liverpool y West Ham United.

Odegaard marca el primer gol de Arsenal al Chelsea.
Odegaard marca el primer gol de Arsenal al Chelsea.
NEIL HALL (EFE)

La alarma fue tan falsa como el pelaje del Chelsea. El Arsenal se dejó llevar hasta los tres pitidos con cierta placidez, sin brillo, pero con los puntos. Y este miércoles se sentará ante el televisor para ver si el Manchester City, que recibe al apurado West Ham, le vuelve a arrebatar el liderato. Si no lo hace, al norte de Londres volverán a soñar.

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