Hace cien años, la Sociedad Coral de Bilbao actuó en los actos del 25 aniversario del Athletic que se celebraron en San Mamés. Ese día se izó la nueva bandera del club, amadrinada por Cata, la hija del conde de Vilallonga, presidente de la entidad rojiblanca, que sollozaba abrumada por el gentío que abarrotaba las gradas. Fue la primera celebración de una efeméride en el Athletic.
Otra vez en San Mamés, muy diferente al de entonces y desplazado unos metros, la coral bilbaína cantó para dar comienzo a los actos del 125 aniversario. Minimalista en esta ocasión, apenas un puñado de componentes para acompañar a los más de 16.000 aficionados, según datos del club, que acudieron a cantar en grupo en un acto muy inglés, similar al que se estilaba en Wembley en las finales de Copa hasta comienzos de los años setenta.
En vez del Abide with me, o el John Brown’s Body los seguidores del Athletic se lanzaron con el Lau Teilatu, o el popular Desde Santurce a Bilbao, aderezado por diversas voces invitadas. Si en el coliseo londinense se repartían hojas con las letras, los avances tecnológicos permitieron que los rojiblancos se descargaran los textos en su móvil, que además servían para iluminar las gradas. Antes se utilizaban los encendedores. Cambian los tiempos.
Después del homenaje, con una cerrada ovación, a Txetxu Rojo, llegó el acto de izada de la bandera del aniversario. El Chopo, José Ángel Iribar, leyenda viva del Athletic, y Eli Ibarra, pionera del equipo femenino. Ambos apretaron el botón que hacía ascender el estandarte de color negro con el logotipo de la efeméride, que presidirá San Mamés durante 2023.
Cada celebración de este tipo tiene alguna liturgia. La de los 25 años, con la bandera bordada en el convento de los Ángeles Custodios y el partido contra los mejores jugadores españoles del momento. De la del 50 se recuerda una misa de campaña en San Mamés, en pleno nacional catolicismo y el enfado de Santiago Bernabéu, al que no le gustó la mesa en la que le situaron en el banquete; del 75, el cuadrangular con el Real Madrid, el Bayern, el Rapid de Viena y el Athletic, y del Centenario, el partido contra la selección de Brasil y el concierto de Pavarotti en San Mamés. Queda por definir cuáles serán los actos que el club bilbaíno organice durante 2023, pero se recordará el aperitivo del coro de la grada, y el partido contra el Betis a través de pantallas gigantes por gentileza del operador televisivo. El Villamarín se trasladó, después de los cánticos, a San Mamés. El barullo del campo sevillano se mezcló con la animación del coliseo rojiblanco durante los 90 minutos. Una fiesta que durará un año.
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