El Barça se lleva un clásico femenino muy igualado ante el Real Madrid y sentencia la Liga (1-0) | Deportes

Hacía casi un año que no se jugaba un clásico femenino en Barcelona, desde aquella histórica vuelta de los cuartos de final de la Champions League en un partido con récord de asistencia (91.553 espectadores). Y un año después, el Barça sigue de récord aumentando su racha de victorias seguidas en Liga a 58 partidos en un Johan Cruyff, de récord también (5.569 asistentes). Allí se celebró una victoria que aumenta la ventaja del Barça a 13 puntos y deja a las blancas tres jornadas consecutivas sin ganar ni marcar, a pesar de hacer un gran encuentro.

FCBFFC Barcelona Femenino
FC Barcelona Femenino

1

Sandra Paños, Fridolina Rolfö, Lucy Bronze, Mapi León, Marta Torrejón, Patri Guijarro, Aitana Bonmatí, Ingrid Engen, Geyse Ferreira, Salma Paralluelo y Ana-Maria Crnogorcevic

0

Real Madrid Femenino

Misa, Kathellen, Kenti Robles, Ivana Andrés, Sofie Svava, Claudia Zornoza, Sandie Toletti, Linda Caicedo, Maite Oroz, Esther González y Caroline Weir

Goles 1-0 min. 77: Fridolina Rolfö.

Árbitro Olatz Rivera Olmedo

Tarjetas amarillas Claudia Zornoza (min. 43), Geyse Ferreira (min. 45) y Athenea del Castillo (min. 75)

La distancia de 10 puntos con la que llegaba el Barça al clásico dio paso a las rotaciones en los dos onces, motivadas estas también por la carga de partidos y el reciente parón de selecciones. Por la parte culé, Paredes, Oshoala y Graham se quedaban en el banquillo pensando en la vuelta de cuartos de Champions League del próximo jueves en el Camp Nou ante la Roma (0-1 en la ida). Por parte de las blancas, Toril sorprendía dejando a Athenea y Olga en el banquillo, fruto del cansancio acumulado.

El partido comenzaba con dominio de las culés y una gran presencia en el juego de Aitana Bonmatí, Patri Guijarro y Engen, que aprovechó su entrada en el once titular. Mientras que el Madrid intentaba salir con el balón jugado pero no podía avanzar ante un mediocentro culé muy poblado y activo. La primera parte avanzaba sin ocasiones claras; el Barça, fallón en el último pase, no conseguía llegar con peligro a la portería de Misa.

Una vez pasado el ecuador de la primera parte, y a pesar de los ánimos de la afición culé, las blaugrana no encontraban la forma de hacer daño a un Madrid que estaba cómodo defendiendo y que se quitó los complejos en los últimos minutos del primer tiempo con el dominio del balón y con tímidas llegadas a la portería azulgrana.

La segunda parte empezó con un Barça más intenso pero sin veneno, que seguía permitiendo a las blancas crear peligro. Por ello, Giráldez no especuló. Hizo un triple cambio para llevarse el partido y la Liga. Graham Hansen, Walsh y Oshoala por Crnogorcevic, Engen y Geyse. Mientras, Toril intentaba dar frescura arriba con la entrada de Feller por Esther. El Barça acababa con las rotaciones y sacaba a Paredes por Marta Torrejón instalándose el once que jugó en Roma. El Madrid no mostraba síntomas de cansancio ni de flaqueza defensiva. Sin embargo, hacían efecto los cambios de Giráldez. Hansen tuvo la ocasión más clara con un remate de cabeza delante de Misa que salió centrado. El Madrid pedía a gritos la entrada de Athenea y Olga y ambas lo hicieron en el 70 para darle la chispa que le faltaba a las blancas.

El Barça hundía cada vez más al Madrid y sería Athenea la protagonista, pero en su área, tras derribar a Paralluelo cuando quedaban 15 minutos para terminar el encuentro. La colegiada Olatz Rivera indicó penalti y Rolfö sería la encargada de batir a Misa, aumentar el récord de victorias a 58 y finiquitar la Liga. En los últimos minutos un Madrid a la desesperada intentaba sin éxito empatar el partido. Las culés buscaban el gol de la tranquilidad en un Johan Cruyff que ya festejaba la victoria frente al eterno rival.

Las culés se llevan un clásico que cada vez se iguala más, se colocan a 13 puntos de ventaja del Madrid con siete jornadas por delante. El conjunto blanco puede ver peligrar el segundo puesto si el Levante consigue ganar este domingo a la Real Sociedad. Las culés, por su parte, dejan la Liga prácticamente finiquitada para centrarse en el principal objetivo de la temporada: ganar la Champions League.

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