El BCE sube los tipos medio punto hasta el 3% y avisa de nuevos aumentos este año | Economía

Al Banco Central Europeo (BCE) sigue sin temblarle el pulso. La autoridad monetaria ha aprobado este jueves una nueva subida de tipos de medio punto, dejando el precio del dinero en el 3%, según un comunicado difundido por el Eurobanco. Se trata del quinto aumento consecutivo que efectúa la institución que preside Christine Lagarde en apenas medio año. A pesar de que la inflación en la zona euro se ha relajado, el BCE sigue poniendo picas en la escalada más rápida y abrupta de tipos jamás realizada por Fráncfort. Y avisa: vendrán más. En un movimiento poco usual, el Consejo de Gobierno deja por escrito ya la decisión que tomará en marzo: un aumento de medio punto más. Sin embargo, el Eurobanco deja abierta la posibilidad de aflojar más adelante: “Posteriormente evaluará la senda futura de su política monetaria”, añade. Lagarde comparece a las 14.45 para dar cuentas de la reunión.

Cuando Europa alumbró su moneda única y su banco central, el 1 de enero de 1999, decidió que los tipos de interés se situaran en el 3%. Los países de la moneda única han regresado a ese nivel después de una época excepcional de tipos ultrabajos, e incluso negativos, para luchar contra una tasa de inflación inédita desde hace décadas. El Consejo de Gobierno ha decidido seguir esa senda pese a los últimos datos de precios, que apuntan a que estos empiezan a moderarse gracias a unos menores costes de la energía. “El Consejo de Gobierno continuará el curso de subidas significativas a ritmo sostenido de los tipos de interés y los mantendrá en niveles suficientemente restrictivos para asegurar el retorno oportuno de la inflación a su objetivo del 2% a medio plazo”, señala el comunicado.

Loa halcones, el sector más ortodoxo del BCE, ha ganado el pulso en los últimos meses a las palomas, que temían que la política agresiva del Eurobanco laminara el crecimiento y disparase las primas de riesgo de los países. Nada de esto ha ocurrido. Europa ha resistido razonablemente las tensiones provocadas por la guerra de Ucrania, sorteando la recesión con un avance del 0,1% en el último trimestre del año, a la vez que la rentabilidad de la deuda ha ido subiendo dentro de unos parámetros manejables por los gobiernos.

Esa situación ha dado más margen a Berlín o La Haya para imponer sus tesis en el Consejo de Gobierno a pesar de que la Reserva Federal también ha empezado a aflojar el ritmo con una subida de 0,25 puntos. Sin embargo, Lagarde ya había anticipado en diciembre que el BCE se proponía subir los tipos de interés de forma significativa en varias reuniones. Los mercados interpretaron que eso se traduciría en al menos dos incrementos de medio punto, con la puerta abierta a más aumentos antes de verano.

El BCE, cuyo mandato pasa por procurar una inflación cercana al 2%, justifica también las subidas en que la política monetaria requiere de tiempo para tener efectos claros sobre la economía. Estos, no obstante, empiezan a plasmarse: el acceso al crédito se endurece y las hipotecas se encarecen por la subida del euríbor. Más tarda en trasladarse a los depósitos bancarios, que siguen sin reflejar las subidas de los tipos de interés a pesar de las subidas récord de beneficios que está luciendo la banca estas semanas.

El Eurobanco también ha decidido empezar a reducir el balance de deuda que acumuló en la última década a raíz de su política ultraexpansiva. Lo hará a partir del 1 marzo de 2023 y a un ritmo de 15.000 millones de euros mensuales hasta finales del segundo trimestre. Todo indica que el BCE, que no quiere que esa sea la principal arma para luchar contra la inflación, dejará para más adelante la cuantificación de futuras ventas de los bonos que tiene en cartera.

[Noticia de última hora. Habrá ampliación]

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