En dos días Aeroméxico ha presentado 53 cancelaciones en sus vuelos y más de 315 retrasos que han afectado a miles de pasajeros y han provocado el caos en la aerolínea más importante del país. La compañía tiene desde hace seis meses un conflicto laboral abierto con sus pilotos que se quejan de trabajar más horas de las estipuladas, con peores prestaciones y con el salario reducido debido a la pandemia de covid-19.
La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) ha denunciado que la situación sucedida con los retrasos se debe a la incorrecta planeación en la asignación de las jornadas de trabajo por parte de la compañía, mientras que Aeroméxico denuncia la “política de cero apoyo” que están promoviendo los pilotos, lo que retrasa los procesos de embarque, por ejemplo. “Hemos tenido algunas diferencias con Aeroméxico”, reconoce José Alonso, portavoz del sindicato. “Lo único que estamos haciendo es aplicar el contrato colectivo y los manuales que nos han dado”, se defiende. “Estamos firmando una hora antes, en vez de una hora y media antes, y estamos pidiendo 32 minutos antes del despegue el embarque de pasajeros, antes eran 45 minutos antes, pero todo está dentro de los tiempos de los manuales que nos han dado”, responde. El ASPA además acusa a la empresa de querer imponerles jornadas laborales de hasta 15 horas continuas.
Los pilotos se quejan, entre otras cosas, de que la compañía ha descuidado las prestaciones que reciben, por ejemplo, en los boletos gratuitos que tienen para viajar cada año o en los cambios de última hora que reciben en su planificación del mes. “Pides vuelos, te los conceden y en el mismo día te los cambian por la falta de tripulación en los aviones”, señala Alonso. El comandante también se queja de que desde que comenzó la pandemia, la compañía recortó un 15% en el gasto de hoteles y transportaciones del personal de cabina, lo que se tradujo en peores lugares para alojarse y retrasos durante los traslados entre el hotel y los aeropuertos. “Todas las asignaciones de servicios de vuelo son de acuerdo a los contratos vigentes entre ASPA y la aerolínea, que están avalados por la autoridad laboral mexicana, por lo que se opera bajo los más altos estándares de seguridad y servicio”, ha referido Aeroméxico en un comunicado.
Aunque el ASPA asegura que sus actuales demandas no tienen que ver con lo salarial, también denuncian que la compañía no se haya sentado de nuevo con los pilotos para renegociar las condiciones que firmaron por cuatro años para afrontar la pandemia. “Firmamos una reducción salarial, pero ahora estamos viendo que la industria crece, que la empresa crece y nosotros seguimos con el salario reducido, viáticos reducidos, nos gustaría que lo tomaran en cuenta, aunque ahora no sea la prioridad”, dice el portavoz del sindicato. Y señala que en los últimos años, con el recorte de salarios y la inflación al alza, su poder adquisitivo se ha visto mermado un 35%. Aeroméxico responde que seguirá “honrando los contratos y convenios laborales vigentes, así como el compromiso con accionistas que, a pesar de las pérdidas que tuvieron por la crisis de la pandemia de covid-19, invirtieron para mantener las operaciones y las fuentes de empleo”.
En el comunicado, la empresa dice “reconocer el talento de las y los mejores pilotos que se encuentran agremiados en ASPA” y que sus condiciones laborales “son las más robustas de la industria aérea de México”. Los pilotos exigen que se amplíe la base de trabajadores y acusan que los 2.800 pilotos que trabajan entre Aeromexico y Aeroméxico Connect no son suficiente personal para atender todas las rutas.
Mientras tanto, los pasajeros, los más afectados, han quedado en medio de una batalla que parece lejos de solucionarse y a la que solo ofrecen soluciones a medias. “Lamentamos profundamente los inconvenientes que algunos de nuestros clientes experimentaron y hemos trabajado en atender sus necesidades de viaje”, ha expresado la aerolínea.
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