El Corte Inglés ha decidido cancelar el traspaso de dos de las joyas de su cartera inmobiliaria: la Torre Titania y una tienda en la Puerta del Sol, ambas en Madrid. El grupo de grandes almacenes, presidido por Marta Álvarez, ha tomado esta determinación tras el éxito de su plan de venta de activos inmobiliarios no estratégicos, puesto en marcha este año y que es el mayor hasta la fecha, con más de una decena de propiedades vendidas.
El Corte Inglés encargó el asesoramiento a las grandes consultoras: CBRE, JLL, Cushman & Wakefield, Colliers, Knight Frank, BNP Paribas Real Estate y Savills. La compañía de distribución considera cumplidos los objetivos marcados y mejoradas sus expectativas con los traspasos firmados, que le han permitido ingresar alrededor de 500 millones de euros, según confirman fuentes de El Corte Inglés. Por ello, ha decidido cancelar la venta de Titania y Puerta del Sol, a pesar de estar en fase avanzada y tras recibir jugosas ofertas.
En el caso del edificio conocido como Titania (oficialmente Torre Azca), El Corte Inglés solicitaba alrededor de 230 millones para aceptar la venta. Las fuentes conocedoras del proceso indican que ha obtenido ofertas superiores a esa cifra, de hasta 240 millones. En esta operación, el broker encargado del proceso ha sido CBRE.
Esta torre está ubicada en la zona de Azca, compartiendo espacio con su centro comercial de Nuevos Ministerios. El Corte Inglés levantó ese inmueble en el solar del incendiado edificio Windsor. Actualmente, lo alquila a la firma de consultoría y auditoría EY.
Más avanzada aún estaba la operación de venta del número 10 de Puerta del Sol a un familiy office de origen mexicano por 140 millones, en un proceso encargado a JLL como broker. Incluso con este precio muy satisfactorio para el vendedor, según las fuentes conocedoras del activo, El Corte Inglés ha decidido no traspasarlo.
Este local en la zona más comercial de Madrid, en esquina con la calle Preciados, contiene actualmente una tienda de cuatro plantas de la sección de deportes de El Corte Inglés.
El grupo considera un éxito las ventas de las demás propiedades no estratégicas por las que ha ingresado esos 500 millones. La operación más relevante fue la cerrada en octubre en la que traspasó la tienda de Portal de l’Ángel en Barcelona por alrededor de 200 millones. Este local en la calle más comercial de Barcelona es también una tienda de deportes de la cadena de grandes almacenes. Los compradores de este inmueble han sido los fondos Ares y Redevco, en una operación asesorada por Cushman & Wakefield.
Sede de la RFEF
Dentro de este proceso de venta, las aseguradoras Mapfre y Swiss Life adquirieron en septiembre a la cadena de grandes almacenes el inmueble ubicado en la calle Alberto Bosch 13, que fue la antigua sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El activo, ubicado en el barrio de Los Jerónimos de Madrid a escasos metros del parque de El Retiro, será reformado por los nuevos dueños.
En las mismas fechas, vendió por 11 millones el edificio Serantes en Azca a Merlin Properties, una ubicación clave para la socimi, donde dispone del colindante Sollube, actualmente en reforma. En este caso, el broker fue BNP Paribas Real Estate.
Otra socimi, Inbest, se quedó dos antiguas tiendas de El Corte Inglés en Sevilla y Córdoba (con Knight Frank como asesor) por cerca de 50 millones. En Madrid, junto a la Puerta del Sol, los Cortina Koplowitz compraron otra tienda, concretamente radicada en la calle Maestro Victoria, por alrededor de 12 millones.
La socimi Saint Croix adquirió, por su parte, dos edificios de oficinas en Madrid, en la avenida de Cantabria y en la calle Santiago de Compostela por alrededor de 45 millones.
Además, el grupo ha sumado otras operaciones menores en esta cartera. En la calle Arapiles de Madrid, se desprendió de un supermercado, en una transacción asesorada por Savills. En Málaga, traspasó por 12 millones el conocido como edifico Gaybo, junto a Vialia.
Los grandes almacenes copan el 86% del valor de su cartera
Aunque la cartera inmobiliaria de El Corte Inglés se compone de todo tipo de activos, son aquellos en los que se ubican sus grandes almacenes e hipermercados los que copan la mayor parte de su valor. En concreto el 86%, según las tasaciones que encargó a JLL, Savills y Tinsa. La totalidad de la cartera estaba valorada en 16.076,9 millones a 28 de febrero de este año, es decir, antes de las desinversiones firmadas durante el año. De esa cantidad, unos 13.800 millones correspondían a sus centros comerciales, que a su vez, representaban el 80% de la superficie construida propiedad del grupo, con 8,14 millones de metros cuadrados. Los activos ligados a oficinas valían en torno a 950 millones, mientras que otros 700 correspondían a naves y suelos logísticos, y 620 a otro tipo de locales comerciales.
Aunque el grupo desligó este plan de desinversiones de sus objetivos de reducción de deuda, los 500 millones ingresados suponen una importante inyección de liquidez en un momento de fuerte encarecimiento del precio del dinero, debido al alza de tipos. Su deuda actual ronda los 2.500 millones, el menor nivel en 15 años,