El Ejecutivo aprovechó el Boletín Oficial del Estado (BOE) del miércoles 28 de diciembre para justificar de forma prolija las razones que le han llevado a aplicar un impuesto a la banca que gravará con un tipo del 4,8% tanto el interés como el margen de interés de aquellas entidades que hubieran ganado más de 800 millones de euros por ambos conceptos en 2019. Las estimaciones del Gobierno elevan la recaudación por este tributo a 3.000 millones de euros entre 2022 y 2023 a razón de 1.500 millones cada ejercicio.
Frente a los malos augurios de la Asociación Española de la Banca (AEB), que advertía del impacto negativo en la concesión de crédito, el Ejecutivo sacó toda la munición en el texto que detalla la letra pequeña del impuesto a la banca para demonizar a un sector que, al igual que ha hecho con el energético, cree que ha nadado y sigue disfrutando de una abundancia de beneficios pese al parón económico. “No parece que suponga [el impuesto] un importe desproporcionado si se consideran los beneficios pasados o estimados para los próximos años y los dividendos distribuidos a los accionistas”.
Y para ello tira de las estadísticas de la CNMV que revelan que los cinco gigantes que forman parte del Ibex 35 (Bankinter, BBVA, Caixabank, Sabadell y Santander) “consiguieron casi 20.000 millones de beneficio en 2021”. Y suma a esos buenos augurios la última previsión de Morgan Stanley. “Con anterioridad al anuncio de subida de tipos del BCE calcula en 26.000 millones los beneficios en 2023”. Un crecimiento del 30% en dos años en un contexto hiperinflacionista y en el que, por ahora, se han producido cuatro subidas de tipos desde el pasado 21 de julio, pasando de 0% a 2,5%.
Y precisamente utiliza el encarecimiento del precio del dinero como la principal razón que va a acelerar los beneficios de la banca. Cruzando la estadística sobre el impuesto de Sociedades con la de los tipos medios de las hipotecas, el Gobierno analiza tres horquillas diferentes para calcular los futuros ingresos. Si los tipos se mueven por debajo del 2%, los intereses superan los 38.000 millones y el margen de interés llega a 26.512 millones. Si se sitúan entre un 2% y un 3%, como en la actualidad, los intereses se disparan hasta los 65.210 millones y el margen hasta los 31.258 millones. Dicho de otra forma, la banca casi duplica sus ingresos y se embolsa 31.956 millones adicionales con las actuales subidas de tipos. Y si el precio del dinero escala por encima del 3%, los intereses superan los 103.000 millones y el margen de interés los 35.000 millones. “Por tanto parece claro que la subida de tipos no solo eleva los intereses cobrados sino también el margen de interés”, señala el BOE.
El Gobierno también aprovecha para cuestionar las políticas retributivas de la banca con sus accionistas en 2021, en el que los tipos estaban en el 0%. “Es revelador que distribuyeran dividendos por 13.400 millones y otros 3.500 millones en el primer trimestre de 2022”.
El coste apenas supondrá el 0,06% del valor de los activos
En su argumentación en el BOE, el Ejecutivo trata de comparar el coste del impuesto a la banca (1.500 millones de euros en 2022 y 2023, respectivamente) con otras dos magnitudes para relativizar su impacto. En primer lugar lo contrapone con el valor de los activos de los grandes grupos bancarios. “Apenas representa un 0,06% del valor de los activos”
En segundo lugar lo compara con el saldo vivo de créditos concedidos y depósitos captados a particulares. En el primer caso, los bancos tienen prestados 656.161 millones a más de dos años. “Solo en 2021 se constituyeron hipotecas por 82.408 millones”. En el caso de los depósitos, la cifra se eleva a 917.105 millones de euros.