Mónica García, líder de Más Madrid y de la oposición en la Asamblea regional, se presenta a la reválida de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo con un hándicap: su partido solo se presentará en unos 60 municipios de los 179 que hay en la región. El dato refleja que la política revelación de las elecciones de mayo de 2021, que catapultaron a la plataforma fundada por Íñigo Errejón y Manuela Carmena a ser la referencia de la izquierda madrileña, parte con una desventaja potencial en el pulso que mantendrá con el PP de Isabel Díaz Ayuso (por la presidencia regional) y con el PSOE de Juan Lobato (por el liderazgo de la izquierda). Los comicios de 2021 fueron solo autonómicos. Ahora se votan también las municipales. Y que los electores opten por un partido distinto en cada circunscripción parece un reto mayor que el de elegir las mismas siglas en las dos urnas. Aunque hay precedentes muy recientes de lo contrario: por ejemplo, en 2019 Ángel Gabilondo obtuvo el doble de votos que Pepu Hernández en la capital, pese a que ambos representaban al PSOE. El debate, por lo tanto, está abierto.
“Mónica se presentó en las elecciones de 2021, y por eso ya hay mucha gente que ha metido en el sobre la papeleta de Más Madrid, que ya es una marca asentada. El efecto ticket se sortea porque ya hay ese recuerdo de voto”, argumenta una fuente del comité electoral del partido. “Además, el porcentaje de población con derecho a voto que no va a tener papeleta municipal de Más Madrid es muy pequeño: alrededor del 8%”, prosigue este interlocutor, que destaca que las casi 60 listas en las que estará el partido (algunas en coaliciones que no encabezará) llegarán al 92% de los madrileños, lo que supone un paso adelante con respecto a las 31 listas de 2019. “La mayoría de la población se concentra en la capital y los grandes municipios del cinturón rojo, el corredor del Henares y la sierra”, describe. “El resto son municipios con poca población, y para un partido que se ha estado formando los últimos años, y que en medio además ha tenido que parar todo para concurrir a unas elecciones extraordinarias, no se puede plantear presentarse allí”, añade. Pero admite: “Evidentemente los partidos de larga tradición con mayor implantación territorial cuentan con esa ventaja, la de las estructuras consolidadas. Nosotros tenemos otras”.
El efecto ticket, un concepto heredado de las elecciones estadounidenses, está en el corazón de la campaña de los principales partidos de la región. El PP considera que la dupla que forman la presidenta Díaz Ayuso y el alcalde José Luis Martínez-Almeida es imbatible. El PSOE espera que el aterrizaje de una ministra como Reyes Maroto en la política municipal ayude a asentar un proyecto comandado en la Comunidad por un líder, Lobato, que lleva poco más de un año al frente de la organización. Y Más Madrid lo apuesta todo al efecto multiplicador que pueda tener unir a García con Rita Maestre. Una fórmula de alimentación mutua en la que no podrá apoyarse en la mayoría de municipios de la región.
“En mi opinión, sí, podría tener alguna influencia, en la medida en que, al celebrarse elecciones municipales y autonómicas simultáneamente en la Comunidad de Madrid, lo que se vote en las municipales y autonómicas puede tener un efecto arrastre recíproco, especialmente en grandes municipios donde qué personas concurran en la lista municipal pueden influir menos en la decisión del voto del elector”, analiza Carlos Fernández, profesor de Derecho Constitucional en la UNED y doctor en Ciencia Política.
“Existe el efecto ticket, pero no condiciona tanto al perfil de votante de Más Madrid. Suele afectar más a los partidos tradicionales”, contrapone el consultor Eduardo G. Vega, que tampoco ve un hándicap insuperable en que Más Madrid no se presente en todos los municipios. “Eso se hace por una cuestión estratégica”, apunta. “Está claro que en cuantos más sitios haya papeletas tuyas siempre hay más opciones de que te voten, por lógica. Pero esto se estudia previamente y descartas aquellos lugares en los que ya sabes que no tendrás el resultado mínimo necesario (por ideología, conocimiento…) y por ello no compensa invertir recursos (dinero y esfuerzo de hacer lista, campaña, estructura…)”, detalla. Y concluye: “Por tanto, no influye y si lo hace será algo mínimo”.
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“Mas Madrid, debe hacer campaña autonómica con especial énfasis en los municipios donde no presenta candidatura al Ayuntamiento, para no perder espacio en la mente del electorado, pero con la baza importante de tener un candidato sólido a la Comunidad de Madrid, o incluso pidiendo el voto para un candidato municipal con el que se pueda aliar, para cubrir su incapacidad de representarse en el municipio”, receta Paloma Román Marugán, del departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Complutense de Madrid.
Aunque aún se está definiendo el mapa electoral de 2023, Más Madrid tendrá presencia en todas las ciudades de más de 100.000 habitantes, en la mayoría de 50.000, y en muchas de las de hasta 15.000, según un segundo interlocutor de la dirección del partido. Así, Más Madrid cuenta con ofrecer su papeleta a los electores en Madrid, Móstoles, Leganés, Getafe, Pozuelo, Villaviciosa, Parla, Alcalá, San Fernando, Alcorcón, Móstoles, Getafe, Parla, Pinto, Aranjuez, Valdemoro, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Colmenar, Tres cantos o Rivas (en las dos últimas, por ejemplo, lo hará integrado en coaliciones electorales).
El reto es mayúsculo. En las autonómicas de 2021, todos los municipios de la región, salvo dos, Fuentidueña de Tajo y El Atazar, se tiñeron de azul, el color del PP, porque sus vecinos apoyaron mayoritariamente a la líder conservadora. Y los conservadores sumaron más escaños que toda la izquierda junta. Para variar ese balance, el PSOE confía en el peso de sus organizaciones municipales, ahora que también se eligen los alcaldes: los socialistas gobiernan alguna de las ciudades más pobladas de la región (Móstoles, Alcalá de Henares, Leganés, Getafe, Fuenlabrada…) y esperan que eso pueda generar un efecto multiplicador en favor de Lobato.
Más Madrid no cuenta con ese arma. En su caso, por lo tanto, mucho dependerá de lo que ocurra en la capital, la ciudad con más votantes: ya sin Carmena como candidata, trasladar al ámbito autonómico el caudal de votos de 2019 será clave para un partido que no puede confiar en compensar pérdidas potenciales con ganancias en los pequeños municipios de la Comunidad.
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