El incendio forestal desatado este mediodía en los Pirineos franceses ha entrado en territorio español a primera hora de la tarde por Portbou (Girona), empujado por el fuerte viento que sopla en la zona y que ha impedido el trabajo de los medios aéreos desplazados al lugar. El fuego ha afectado hasta el momento unas mil hectáreas (la inmensa mayoría, en el lado francés) y ha obligado a desalojar varias viviendas, por prevención.
El fuego se ha declarado entre las localidades francesas de Cerbère y Banyuls-sur-Mer, y ha avanzado durante unas horas sin control, empujado por la tramuntana. Pasadas las siete de la tarde, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, informó vía Twitter que le incendio había afectado ya a 930 hectáreas, a las que se suman unas 96 en el Espacio Natural Protegido del Macizo de l’Albera (Girona), según el cuerpo de Agentes Rurales.
El alcalde de Portbou, Xavi Barranco, ha explicado alrededor de las 20 horas que la situación ha empezado a mejorar. “Estamos bastante más tranquilos porque el viento ha disminuido y ha cambiado de dirección, ya no avanza hacia el núcleo urbano. Pero aún lo decimos con todas las reservas, porque si vuelve a girar el viento, podemos tener aquí el incendio en diez minutos”.
El alcalde ha confirmado que diversas masías aisladas y pisos de la localidad del Portbou (Girona) han sido desalojados esta tarde “por prevención” por los Mossos ante el rápido avance del incendio. El desalojo se ha llevado a cabo en el barrio de La Muntanya y afecta “a unos 50 vecinos”, la inmensa mayoría de los cuales se ha alojado en casas de familiares en Portbou. Ninguna de las viviendas ha resultado afectada por las llamas. Los Bomberos han confirmado que los frentes avanzan lentamente, aunque ven muy difícil que el incendio pueda quedar estabilizado este mismo domingo.
El fuego también ha obligado a interrumpir el tráfico en la N-260 en dirección a Francia (en el lado francés está cortada la RD-914). También se ha interrumpido desde el mediodía la conexión ferroviaria con el país vecino. El alcalde de Portbou ha explicado que se está atendiendo a la veintena de personas que han quedado atrapadas en sus vehículos y que han sido trasladadas a la localidad.
Los Bombers de la Generalitat, que desde el inicio del incendio enviaron dotaciones a Francia para ayudar a los Pompiers galos, trabajan esta tarde contra el fuego en la zona del Puig de la Farella con 43 dotaciones terrestres. Los dos aviones que se habían desplazado a la zona para trabajar en el incendio han debido regresar a la base porque el fuerte viento que sopla en la zona les impide desarrollar su labor. Los Mossos están pidiendo a los vecinos en las redes sociales que, “por su seguridad, sigan las indicaciones de los cuerpos de emergencias”. Miembros de la policía catalana controlan también los accesos por carretera para asegurar la zona desalojada.
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