El Manchester United se lleva el derbi ante el City y presenta una inesperada candidatura a ganar la Premier | Deportes

Sin alardes, entre líos y carencias, el Manchester United está de vuelta. Tras liquidar el contrato con Cristiano Ronaldo, que dio un portazo tras señalar una retahíla de desastres y en pleno volcánico proceso de salida de su controvertida propiedad, el cuadro de Old Trafford no solo es el único equipo inglés que sobrevive en cuatro competiciones sino que en la Premier ha dado el salto de pelear por la cuarta plaza a mirar hacia el liderato. Tras una vibrante remontada ante el Manchester City (2-1), el United está a un punto de su archirrival y a seis del líder Arsenal, que visita este domingo al Tottenham.

M. United

2

De Gea, Varane, Shaw, Wan-Bissaka, Tyrell Malacia (Lisandro Martínez, min. 92), Eriksen (Alejandro Garnacho, min. 72), Fred, Bruno Fernandes, Rashford (Harry Maguire, min. 92), Casemiro (McTominay, min. 92) y Anthony Martial (Antony, min. 45)

1

M. City

Ederson Moraes, Aké, Manuel Akanji, Walker, Cancelo, Bernardo Silva, Rodrigo, De Bruyne, Foden (Grealish, min. 57), Erling Braut Haaland y Mahrez

Goles 0-1 min. 60: Grealish. 1-1 min. 78: Bruno Fernandes. 2-1 min. 82: Rashford.

Árbitro Stuart Attwell

Tarjetas amarillas Eriksen (min. 64), Fred (min. 87) y Casemiro (min. 89)

El triunfo del United tuvo varias aristas. Una de ellas lleva hasta el derbi anterior el 2 de octubre, con cuatro goles encajados antes del descanso y un 6-3 final en el Etihad que removió cimientos en Old Trafford y distanció a ambos equipos en ocho puntos. Pero desde entonces el equipo que reconstruye Erik Ten Hag suma 26 de 33 posibles, apenas ha caído frente al Aston Villa y sus cinco últimos partidos se cuentan por victorias. En esta jornada dejó atrás al City después de conseguir que no le tirase a gol en toda la primera parte, tras sufrir en el inicio de la segunda, encajar un tanto y remontarlo en cuatro minutos de locura en la recta final de un duelo con más vigor que fútbol. Suficiente para dejar un regusto de partidazo porque las emociones todavía tienen peso en el fútbol para estar a la altura de la pelota.

Al City le duele porque viene de una eliminación en la Copa de la Liga ante el Southampton, también porque al hacer cuentas observa que solo ha ganado dos de sus últimos cinco partidos en la Premier. Le daña además porque el castigo llegó sin que lo esperase, tras enmendar en el inicio de la segunda parte una mala puesta de largo, sin recursos para encontrar a sus interiores y convertirse en un equipo profundo. Lo logró tras el descanso y lo mostró De Bruyne en la génesis de un gol de Grealish que parecía ganador, pero que quedó en nada en medio de una tempestad que comenzó con un episodio que obliga exprimir el reglamento porque el árbitro interpretó que un movimiento de Rashford para buscar la pelota en fuera de juego no invalidaba una acción en la que Bruno Fernandes fue quien contactó con ella para empatar el partido.

Ese tanto obliga a un repaso a la norma y a su interpretación, a los conceptos que invitan a no confundir “disputar el balón” con “intentar jugar el balón”. Según el estamento arbitral un atacante que corre hacia la pelota sin entrar en disputa con el defensa, no incurre en infracción. Así lo señala el árbitro y profesor de colegiados, Xabier Rodríguez en su libro Arbi, ¿qué pitas?, una pequeña biblia que recoge un sinfín de acciones dudosas. Y esta lo era. Hay jurisprudencia sobre el asunto, el tercer gol del Athletic en una previa de Champions contra el Nápoles en 2014, que se pone como ejemplo en los cónclaves arbitrales y le da la razón al arbitraje de este derbi de Mánchester. Rodríguez lo explica en su libro: “La voluntad de jugar el balón no es por sí sola suficiente como para considerar que se interfiere. Aunque los delanteros normalmente no lo entienden, es una acción que les favorece”. Bruno Fernandes estuvo vivo, sacó fruto de la acción y luego la explicó tras el partido como si fuese un miembro de la International Board: “Rashford no tiene ninguna influencia porque aunque va a por el balón no tenía a nadie cerca de él”.

El empate condujo al frenesí y el United encontró premio, desatado como estaba. Marcó Rashford tras maniobra del burbujeante Garnacho y abrió un final agónico para los locales, que se colgaron del larguero, pero tampoco concedieron opciones a un City que jamás encontró a Haaland. Solo tiró una vez entre palos, y fue gol, el equipo de Guardiola, que interpretó fuera de juego en la acción polémica, pero tampoco fijó en ella toda su atención: “El United es una amenaza en las transiciones y nos castigaron en ellas”. Con un 29% de posesión y la mitad de toques y pases que su rival, se llevaron los puntos.

El Liverpool se la pega ante el Brigthon

El resto de la jornada evidencia los problemas del Liverpool a poco más de un mes del primer duelo de los octavos de final de la Champions contar el Real Madrid. Ni el estreno de Cody Gakpo en la Premier revitalizó al equipo que dirige Jürgen Klopp, superado (3-0) en Brighton con tres goles después del descanso en los que quedó en evidencia una zaga debilitada por la ausencia de Van Dijk, lesionado. También están de baja Luis Díaz, Diogo Jota, Firmino o Darwin Núñez, así que el técnico alemán está en problemas. Al final del partido acudió al fondo donde estaban los aficionados de su equipo, juntó las manos y pidió disculpas.

Mejor le van las cosas a Julen Lopetegui, que se hizo cargo del colista durante el receso mundialista y ahora está fuera del descenso. Los Wolves superaron al West Ham (1-0), que cae ahora a la zona roja, gracias a un nuevo gol del luso Podence. Ahora la zozobra es para tipos como Frank Lampard, que parece tener sus horas contadas en el Everton tras perder (1-2) contra el colista Southampton en Goodison Park.

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