Tantas veces han buscado en el motel Nueva Castilla, que la familia de Debanhi, la joven de 18 años desaparecida en Nuevo León, no puede creer que estuviera allí, a unos metros en una cisterna. “Este es nuestro mayor dolor, la tenían aquí cerca, si es que no la sembraron”, ha dicho el padre, Mario Escobar, quien ha perdido toda la confianza en la Fiscalía de Nuevo León. “Traté de hacer las cosas bien, me equivoqué. Nunca interferimos en la chamba de la fiscalía. Me siento usado por la fiscalía. Me mintieron a mí y a mi esposa”.
Escobar ha asegurado este viernes que la Fiscalía le ha mostrado videos donde se ve que el taxista encargado de llevar a la joven a su casa esa noche intentó tocarle los pechos, lo que motivó que se bajara del vehículo. Para el padre, el acoso del chófer fue el detonante de la posterior desaparición y muerte de su hija. “Yo supongo que mi hija no aguantó el acoso, porque es un acoso”, zanjó.
Escobar ha relatado que cuando le informaron de que habían encontrado el cuerpo de la muchacha le dijo al fiscal, Gustavo Adolfo Guerrero: “Han buscado cuatro o cinco veces, no me salgas ahora con eso, porque me partes el corazón. Hay un cuerpo, ¿lo reconozco? Y me dicen que hay un protocolo de 12 horas. ¡Por favor! Que caiga quien tenga que caer”, ha dicho el padre, destruido por la situación que está viviendo.
Rodeado por una nube de medios de comunicación y antes de hablar con el gobernador del Estado, Samuel García, el padre de la joven se ha manifestado indignado por los infructuosos trabajos de búsqueda, que se han extendido por 13 días cuando todas las pistas conducían a ese lugar, que se ha convertido en uno de los puntos negros de desaparición de jóvenes mujeres. Varios cuerpos se han ido encontrando gracias a la búsqueda de Debanhi por parte de los grupos de ciudadanos organizados para ello. “Cuatro o cinco veces buscaron. Ella no saltó la barda. Eso de que resbaló es mentira. Esto es una zona de peligro, lo digo porque ya no tengo miedo, ya he perdido a mi hija”.
“El Gobierno puso a su gente, desplegó todos los elementos, es el fiscal quien tenía que haber delegado. Ya no confío en [Gustavo] Adolfo Guerrero”, ha dicho Escobar. Ha añadido que tiene más información que hará llegar a las autoridades. “Que [la Fiscalía General] atraiga el caso, que vengan, que hagan lo que tengan que hacer. Si hay que meter a la Guardia Nacional que la metan”, ha añadido.
El Gobernador de Nuevo León, Samuel García, muy pendiente de este caso, ha enviado un mensaje en el que ha pedido una “fiscalía abierta que dé a conocer todo, minuto a minuto, videos, fotos, evidencias. Tenemos derecho a conocer qué hay en esa investigación: para certeza de la familia y para tranquilidad de toda la sociedad. Tenemos que entender el caso y actuar en consecuencia para evitar otros como este de Debanhi”, ha señalado en un mensaje grabado. “Daré a conocer toda la información de que disponga y por ley pueda decir”, ha añadido. Tanto García como su mujer, Mariana Rodríguez, han pedido claridad a la fiscalía, que comunique lo que sabe.
A la salida de la reunión con los padres, el gobernador ha dicho sentirse “consternado” y que acompañarán a Mario Escobar y su mujer, Dolores, a los servicios forenses para “agilizar” los trámites. La autopsia se espera para este sábado y la familia ha manifestado su intención de que la joven pueda ser sepultada cuanto antes. Samuel García ha dicho también que se van a reunir hoy con colectivos que tienen casos pendientes similares a los de Debanhi.
Debanhi Escobar desapareció en la madrugada del 9 de abril, cuando se le tomó la última foto. Con la ropa que tenía y un crucifijo en el cuello ha aparecido ahora el cadáver. El padre ha achacado su muerte al chofer que la trasladaba después de haber dejado a sus amigas, quien su puestamente le tomó aquella última foto. En el último mes, hay al menos ocho mujeres desaparecidas en esa misma zona de la periferia de Monterrey, de camino a Nuevo Laredo.
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