Por una vez, a Alberto Núñez Feijóo le vino bien no ser diputado. El líder del PP ejerce el liderazgo de la oposición con el hándicap de su ausencia en el Congreso, pero en la moción de censura de Vox el obstáculo se convirtió en ventaja, según creen en el PP. Aunque podría haber acudido como senador sin derecho a intervenir, la opinión mayoritaria en el PP es que la decisión de Feijóo de ausentarse durante el debate parlamentario de la iniciativa de los ultras fue un acierto que le permitió salir de la foto del espectáculo poco edificante que se vivió en el Parlamento. Los populares respiran con alivio por “no haber perdido nada” en la moción, conscientes de que tampoco lo han ganado y de que el Gobierno de Pedro Sánchez es el más beneficiado “de una victoria en tiempo de descuento”.
A Feijóo no le duelen prendas para ausentarse de todo tipo de lugares incómodos cuando le interesa marcar distancias. Lo hizo en la investidura de Alfonso Fernández Mañueco, para no retratarse con el único Gobierno conjunto con Vox, o en las manifestaciones que ha convocado la extrema derecha para protestar contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez o en defensa del castellano en Cataluña, donde evitó reproducir la foto de Colón. En la moción de censura de Vox, Feijóo tenía una justificación sencilla para no acudir, porque no es diputado, y la aprovechó, incluso guardando estricto silencio durante los dos días de debate en el Parlamento. Como si la cosa no fuera con él.
En la dirección del PP se felicitan porque creen que han conseguido contraponer la imagen de su líder el martes con embajadores de la UE en la legación diplomática de Suecia en Madrid, y el miércoles con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la de un “circo” en el Congreso que desprestigia a todos los participantes. “Feijóo hizo bien en no participar, intuíamos que iba a ser un debate poco edificante y constructivo y la ejecución de la moción nos lo ha reafirmado”, afirma un miembro de la cúpula. “Vox pierde mucho con la moción, pero pierden todos, es un descrédito de la política brutal”, analiza un dirigente popular con un sentimiento de desazón por lo vivido que es compartido por muchos en el PP.
El PP sale de la moción con sensación de alivio, porque al menos puede decir que no ha sufrido mucho desgaste en una iniciativa pensada para erosionarles, según la interpretación de distintos dirigentes y cuadros del partido. “No hemos perdido nada”, resumía este miércoles en el patio del Congreso un dirigente popular con satisfacción contenida. En el equipo de Feijóo creen que la moción les “refuerza como alternativa útil a Sánchez” frente a Vox, que ha presentado una iniciativa que ya llegó “desprestigiada” y “fundida” sin que la ejecución haya conseguido levantarla. No obstante, aunque el electorado del PP y Vox son vasos comunicantes, en el PP saben que no capitalizan todos los votos que pierde la extrema derecha, así que un excesivo desgaste de los ultras tampoco les interesa para la suma del bloque en las autonómicas y municipales de mayo, como reconocen también algunos dirigentes.
Los populares saben que tampoco han ganado mucho con un debate que ha permitido al Gobierno de coalición coger oxígeno y cambiar el paso ante sus últimas turbulencias. “Es lógico que el Gobierno y la vicepresidenta salgan mejor parados, porque al menos no se habla de sus problemas internos y no hay mejor pegamento intento que un enemigo externo como Vox. No obstante, nadie sale claramente vencedor”, reflexiona otro veterano del PP. Para no ganar, debió pensar Feijóo, mejor ni participar.
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