La ciudad de Cincinnati se extiende como una flor al norte del río Ohio, en el Estado con el mismo nombre. Allí, entre edificios de arquitectura italiana del siglo XIX y parques kilométricos, las desapariciones son algo inusual, lejano, más relacionado con las circunstancias personales del desaparecido que con un problema de escala nacional. Por eso, cuando la familia de José Melesio Gutiérrez supo que había desaparecido el pasado 25 de diciembre, no se lo podían creer. Que eso les pasara a ellos era algo que nunca habían contemplado. “No es normal que suceda esto”, espeta Brandie Melesio, hermana del desaparecido, al otro lado de la línea desde Cincinnati. “Como extranjera de padres mexicanos, escucho que estas cosas suceden, pero me parecía imposible que esto me sucediera a mí”, dice consternada.
Los medios estadounidenses han dado amplia cobertura a la noticia, y los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos (FBI por sus siglas en inglés) han contactado con la familia Melesio para informarles de la investigación que está en marcha. De momento, ningún avance. La capacidad de actuación de las autoridades estadounidenses en territorio mexicano es limitada. “Estamos en contacto con el FBI, pero nos dicen que ellos solo pueden apoyar las acciones de la policía, y que todavía no hay nada nuevo”, asegura Brandie, que también está en contacto con la embajada y con los medios, para intentar presionar y que encuentren a su hermano mayor y a los demás desaparecidos.
Viviana Márquez, Daniela Márquez (futura esposa de José), Paola Vargas (amiga de la familia) y José Melesio Gutiérrez desaparecieron el pasado 25 de diciembre cuando transitaba la carretera 23 desde Jerez de García Salinas, en el Estado de Zacatecas, a Colotlán, el pueblo en el que estaban durmiendo en el Estado de Jalisco. Las autoridades dicen que están investigando, pero las familias de las víctimas siguen sin noticias sobre el posible paradero de las víctimas. Han pasado 14 días desde que el grupo salió a visitar el pueblo y no volvió. Daniela envió a sus padres la localización de su móvil a las 23.41 del 25 de diciembre, haciendo saltar todas las alarmas. Cuando vieron que el móvil de su hija se desviaba de la carretera 23 y desaparecía, intentaron ir a buscarla, pero les frenó la policía. “Nos dijeron que no podíamos ir, que estaba muy peligrosa la zona”, contaba Daniel Márquez, el padre de las chicas, a este periódico desde Colotlán, el pueblo en el que vive la familia.
Al otro lado del continente, Brandy Gutiérrez espera alguna noticia sobre su paradero. “Intentamos no perder la esperanza y seguir insistiendo, pero es muy difícil”, dice. José Melesio era el mayor de siete hermanos, la primera generación estadounidense de una familia de origen mexicano. Sus padres emigraron a Estados Unidos antes de tener hijos. La familia siempre ha estado muy unida: “Vivimos todos en la misma ciudad y siempre estamos conviviendo en casa de nuestra mamá. Nos parte el corazón no saber dónde está. Ya no estamos completos”. Melesio fue el primer graduado de la casa. Estudió arquitectura en la Universidad de Miami y desde hace dos años trabaja en una firma de arquitectos en Cincinnati. “La gente allí lo adora y nos están ayudando en lo que pueden para encontrarlo”, dice Brandie.
Tenía planeado casarse con Daniela el próximo 7 de octubre de 2023. Hace un año, José viajó hasta Colotlán con sus padres para pedir la mano de Daniela y que los padres de ambos se conocieran antes de formalizar el compromiso. Ahora esa boda es un interrogante en el futuro. “Tenían intención de casarse este año. Quiero decir, tienen intención de casarse este año”, dice Brandie. La confusión entre el presente y el pasado atenaza cada verbo durante la conversación con la hermana de José. Es difícil y extraño decir “trabaja” en vez de “trabajaba”, o “tenían” en vez de “tienen” cuando no sabes si José va a volver a su trabajo mañana, dentro de una semana o nunca.
El número de desaparecidos persigue al Estado de Zacatecas desde hace años. En 2022 desaparecieron 762 personas, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, aunque según la Fiscalía General del Estado de Zacatecas, desaparecieron 881 personas antes de diciembre. Aunque lideran esta estadística Nuevo León (2.522 desaparecidos) y el Estado de México (2.456 desaparecidos), estos tienen mucha más población que Zacatecas. El sistema de Alerta de Viaje de Estados Unidos incorporó en agosto del 2022 a este Estado entre aquellos a los que recomienda “no viajar” debido al aumento de la actividad criminal.
El gobernador del Estado colindante con Zacatecas, Jalisco, y donde está localizado Colotlán, el municipio donde vive la familia de Daniela Márquez, se ha deslindado de cualquier responsabilidad que le quiera imputar la opinión pública. El crimen se cometió en Zacatecas, al otro lado. “Ya hay un operativo desplegado para apoyar la búsqueda, pero es importante que la gente sepa que es un delito que sucedió en el Estado de Zacatecas”, insistió el gobernante. “En los municipios de la zona norte de Jalisco tuvimos una situación tranquila en este cierre de año, pero en los límites con Zacatecas vamos a tener que hacer algunos ajustes porque, aunque hay avances, todavía tenemos que reforzar”, ha informado Ramírez en rueda de prensa.
Alejandra Márquez, prima de Daniela, asegura por mensaje de texto que las investigaciones para encontrar a los desaparecidos no avanzan. “La respuesta de la Fiscalía es que están investigando. Las dos últimas veces que han ido los papás allí les muestran la carpeta de investigación… pero nada más”.
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