Para Enrique Alba (Cartagena, Murcia, 53 años), consejero delegado de Iberdrola en México, era evidente que si la compañía energética tenía que emprender proyectos sociales debía hacerlo en Oaxaca. Allí, la firma española cuenta con cuatro parques eólicos, su proyecto más extenso en México. Sus directivos notaron también que parte del rezago en la educación del sureste del país se padece en esa región. En 2019, la empresa arrancó Impulso STEM, un programa de educación y becas para estimular la preparación de los jóvenes en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, las llamadas carreras STEM.
Este viernes, Alba ha recibido en Santo Domingo –dentro del Encuentro Empresarial de la Cumbre Iberoamericana– el premio ORO a mejores prácticas en materia de Objetivos de Desarrollo Sostenible que otorga la Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad (Fundibeg) por la implementación de este programa en Oaxaca. La organización ha destacado que el galardón se le ha entregado a la compañía por su esfuerzo para romper la brecha de género.
“Vimos que había un rezago muy importante en Oaxaca en lo que se llaman las carreras STEM y luego se sumaba otra segunda cosa que nos animó a hacer el proyecto, que es que en ese Estado solo el 10% de los estudiantes de las carreras de ingenierías son mujeres, con lo cual el proyecto, aparte de formar jóvenes talentosos oaxaqueños, nos permitía también atacar un tema de inclusión, de incorporar a las mujeres a la universidad, a posibilidades de puestos de trabajo bien remunerados y romper un poco la brecha de género”, cuenta Alba sobre el proyecto en entrevista con EL PAÍS.
El programa Impulso STEM, por un lado, ha entregado becas a 55 jóvenes para estudiar carreras universitarias relacionadas con las ingenierías. La mitad de ellas son otorgadas a mujeres. Buena parte de los estudiantes becados acuden a la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales de Oaxaca para completar sus estudios en la misma región. Iberdrola les ofrece prácticas profesionales en sus instalaciones en la región y algunos de ellos arrancan sus carreras profesionales allí. “Es un semillero para generar ingenieros mexicanos y también ingenieras mexicanas mujeres, para que se puedan incorporar a la compañía. Por eso digo que es un proyecto muy completo de educación, de calidad, de educación, de futuro”, añade Alba.
Además de las becas, la compañía promueve cursos y talleres sobre energías renovables en las instituciones de educación media de la región. Alba asegura que así los jóvenes oaxaqueños pueden recibir una orientación vocacional adecuada sobre el panorama que una carrera STEM le puede ofrecer para el futuro. De la mano del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, Iberdrola ha orientado ya a 12.000 estudiantes de la zona del Istmo de Oaxaca.
El directivo enfatiza que una de las intenciones del programa es formar profesionales que tengan oportunidades y una perspectiva profesional en su Estado. “La plantilla de los cuatro parques eólicos que tenemos en Oaxaca es 100% de oaxaqueños. Nosotros queremos que ellos se formen allí y puedan trabajar en su Estado. Tenemos la filosofía de que se quede allí el talento”, apunta.
Alba asegura que pese a que los usos y costumbres de la región han limitado la participación de las mujeres en algunas industrias, Impulso STEM hace también un trabajo para derribar los tabúes que algunas comunidades conservan sobre el papel de la mujer. La compañía cuenta con una representación de mujeres en el 21% de su plantilla. “También intenta empoderar, decir ‘sí se puede’, no os pongáis vosotros los límites y tampoco dejáis que os los pongan por temas culturales, familiares o históricos”, añade.
Iberdrola lleva más de 20 años en México y tiene presencia en 15 de los 32 Estados con la generación de energía eléctrica a través de las renovables. Alba dice que el futuro del país ante la transición energética pinta alentador. “México tiene tanto a nivel solar, donde el 80% de la República es óptima para el desarrollo de la fotovoltaica, y a nivel eólico, donde tiene grandes zonas como el Istmo de Tehuantepec, Puebla, Tamaulipas, Nuevo León, Baja California, con mucho viento. Es decir, que México lo tiene todo para aprovechar la transición del modelo energético que está ocurriendo a nivel mundial y ser líder”, explica.