El Gobierno ha concedido el plácet al nuevo embajador de Rusia en España, quien sustituirá a Yuri P. Korchagin, aún en el cargo desde junio de 2021, con el objetivo de “mantener abiertos los cauces diplomáticos” a pesar de la invasión de Ucrania ordenada por Vladímir Putin, presidente de la Federación Rusa, el 24 de febrero último. El visto bueno fue concedido en el Consejo de Ministros de este martes, pero en la referencia pública de lo aprobado no permite identificar ni al país ni a la persona a la que se le otorga. “Acuerdo para la concesión de beneplácito para jefe de misión extranjera”, dice el documento del Gobierno.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han subrayado España no quiere “romper ningún puente que pare esta guerra”, ante el convencimiento de que “la paz llegará de la mano de la diplomacia”. Por su parte, fuentes de la Embajada rusa en Madrid han indicado a Europa Press que todavía no han recibido “la notificación oficial” por parte del Gobierno.
Exteriores convocó el pasado 3 de octubre al hasta ahora embajador de Rusia en Madrid, Yuri Korchagin, en protesta por la anexión de cuatro regiones ucranianas por parte de Moscú ocurrida a principios de mes. Esta convocatoria se produjo en coordinación con otros socios europeos, que ya habían convocado durante el fin de semana a los embajadores rusos para trasladar este mismo mensaje.
Esa fue la segunda ocasión en la que Exteriores convocó al embajador ruso desde el inicio de la invasión de Ucrania ordenada por Putin el pasado 24 de febrero. La anterior fue a principios de abril, cuando se le notificó la decisión de expulsar a 27 empleados de la Embajada, medida a la que Moscú dio reciprocidad un mes más tarde.
El embajador también fue citado en la sede del Ministerio el 23 de febrero, un día antes del inicio de la invasión, para trasladarle la protesta del Gobierno español por la decisión anunciada por Putin de reconocer la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk.
Korchagin lleva 45 años en la carrera diplomática. Ingresó en 1977, tras estudiar Relaciones Internacionales e Historia. Cuando terminó los dos años obligatorios del servicio militar, se presentó al concurso para acceder y lo aprobó. Esto le ha permitido estar en México, Perú y Argentina, mientras fue subiendo en el escalafón. Después fue el embajador en Colombia y también en Argentina, además de ser el Director de América Latina en el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores hasta que recaló en España hace diez años.
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