La Administración Biden quitará el 11 de mayo los requisitos de vacunación que fueron impuestos en la pandemia. La Casa Blanca ha informado la tarde de este lunes de la noticia, que coincide con el fin de la emergencia sanitaria ocasionada por el coronavirus. El Gobierno de Estados Unidos levanta de esta manera los mandatos que obligaban a empleados federales, contratistas, empleados sanitarios y turistas extranjeros a vacunarse contra el virus.
Con su decisión, el Poder Ejecutivo matiza su aproximación a una enfermedad que contagio a cerca de un tercio de los estadounidenses y provocó la muerte de 1,13 millones de personas. La emergencia sanitaria fue decretada en marzo de 2020 por Donald Trump y heredada por el Gobierno de Joe Biden. El presidente demócrata adoptó muchos de los mandatos a lo largo de 2021 como una forma de acelerar el porcentaje de inmunizados en el país y así ralentizar el avance de la enfermedad. La decisión se sumó al clima de polarización que se vive desde hace años, por lo que autoridades locales, especialmente gobernadores del bando republicano como el floridano Ron DeSantis, intentaron socavar los requisitos federales presentando denuncias en los tribunales. La orden para que se vacunaran los empleados del Gobierno está bloqueada por las cortes desde enero de 2022.
“Aunque creo que los mandatos de vacunación han sido tremendamente benéficos, estamos ahora en un punto en el que creemos que hace mucho sentido levantar estos requisitos”, ha dicho Ashish Jha, el médico encargado de la respuesta de la Casa Blanca contra el coronavirus. Desde hace meses, los principales empleadores dentro del gigantesco aparato burocrático de Washington han comenzado a poner fin a la obligatoriedad de las vacunas. Entre estos se encuentran los poderes Legislativo y Judicial, además de las fuerzas armadas. También se ha levantado el requisito para los viajeros, nacionales y extranjeros, que provenían de otros países. Este mandato evitó que el tenista Novak Djokovic, que no está vacunado, jugara los torneos de Indian Wells y el Abierto de Miami.
“La covid-19 continúa siendo un problema, pero nuestro sistema público de Salud tiene ahora mejores recursos y tiene más capacidad para atender a la amenaza que representa el virus”, aseguró el médico a la agencia AP. La última semana de abril cerró con la muerte de 1.052 personas a causa de la enfermedad. Es la cifra más baja registrada desde marzo de 2020.
Biden comenzó a emitir estos mandatos a finales de su primer año dentro de la Casa Blanca. En noviembre de 2021, su Gobierno informó que obligaría a los negocios a los negocios con más de 100 empleados que estos estuvieran completamente vacunados. Con esto, Washington esperaba que 84 millones de estadounidenses actualizaran su cartilla de vacunación. Ese mismo día también se impuso el mandato para unos 17 millones de trabajadores sanitarios. “El 70% de los estadounidenses adultos está completamente vacunado, en comparación de menos de 1% que lo estaba cuando el presidente llegó al poder”, aseguraba entonces un comunicado.
Mas de 270 millones de personas se encuentran vacunadas en el país. Esto significa que el 81% de la población ha recibido al menos una dosis de alguno de los fármacos que se han producido para combatir algunas de las variantes de la covid-19. Pero el ritmo de los refuerzos de las vacunas ha caído en picado. Menos de 56 millones, un 17% de los estadounidenses, ha recibido un pinchazo con la fórmula ambivalente del biológico. Esta, la más reciente de las actualizaciones, estuvo disponible desde septiembre de 2022 para hacer frente al ómicron, que se contagiaba rápidamente.
La estrategia de la Casa Blanca con el coronavirus será a la que tiene el sistema de salud con la gripe estacional. Las vacunas estarán disponibles de manera gratuita en los hospitales y centros comunitarios para quienes la requieran. Algunos centros de salud sí mantienen la obligación de ciertos esquemas de inmunización para sus empleados desde hace varias décadas, pero quedará al criterio de cada empleador.
El fin de la emergencia sanitaria, no obstante, le trae otros dolores de cabeza al Ejecutivo. Con el ocaso del decreto llega también el término de una herramienta legal, conocida como Título 42, que ayudó a los gobiernos de Trump y Biden para evacuar rápidamente la frontera sur ante el incremento de los flujos migratorios que llegaban de centro y Suramérica. El Título 42 también se extinguirá el 11 de mayo, lo que ha llevado a la Administración a reforzar los operativos de control migratorio y a recordar que quienes crucen ilegalmente la línea con México para llegar a EE UU serán castigados.