Euroliga jornada 28
El Madrid recobró el pulso en la Euroliga en su segundo duelo español de la semana. Después de ceder en su pista ante el Baskonia el martes, con ese triple sideral de Costello en el último segundo, el conjunto de Chus Mateo volvió a abrir su cancha para derrotar esta vez al Valencia (95-91) y continuar en la puja por el primer puesto (el líder Olympiacos venció al Bayern por 102-74). Los blancos se pondrán al día en la competición europea el próximo martes con su visita al Anadolu Efes, al recuperar el encuentro aplazado por el terremoto en Turquía. Contra el Valencia, otro final taquicárdico cayó en esta ocasión de su lado gracias al empuje final de Deck, máximo anotador blanco con 18 puntos, por los 14 del omnipresente Tavares. El grupo de Mumbrú, que hace méritos para seguir el próximo curso entre la élite, estiró su resistencia hasta la última posesión con mucho triple en la mochila (15 aciertos de 31 intentos) y un brillante Chris Jones, autor de 19 puntos.
La historia de estos partidos también se escribe desde el careo entre Tavares y Dubljevic. El gigante de Cabo Verde quiere bailar por dentro. La torre montenegrina es especialista en picar por fuera. Unos avances hacia la pintura, otros hacia el exterior. Al madridista los primeros emparejamientos le costaron unos pasos y una falta en ataque. Al naranja, el triple le sonrió para que su equipo cazara un 6-10 de arranque. Entre medias, mucha penetración al corazón de la zona. De Hezonja y Musa, de Radebaugh y Chris Jones. El cuentakilómetros a tope en los dos equipos, rápidos y móviles. En ese carrusel tiene más armas que lucir el Madrid. Tavares se vistió de asistente, un traje que cada vez le sienta mejor, y la alta velocidad de sus piezas dio la vuelta al resultado: 16-12. La muñeca de Prepelic estiraba la resistencia visitante y al reto respondía Hezonja también desde el perímetro mientras Poirier y Rivero heredaban la brega en la zona (24-20 al final del primer cuarto).
El Valencia estaba fino desde la distancia. Jasiel Rivero engordó el expediente del grupo de Mumbrú desde el perímetro y el cubano desafió también bajo la red a Tavares. Ese empuje permitía resistir al equipo valenciano ante los arreones blancos, que sumaba de tres en tres por medio de Rudy y Hanga (38-33). El entrenador naranja aprovechaba un tiempo puerto para pedir “agresividad”, e incluso quemar alguna falta. No hubo forma sin embargo de parar a Sergio Rodríguez cuando el base canario pasó el balón de espaldas a Tavares, que lo atrapó al vuelo para firmar un dos más uno y lanzar al conjunto blanco a su mayor renta (41-33). Hay momentos en los que el techo caboverdiano es medio Madrid. Chus Mateo dio entonces unos minutos de descanso al guerrero. El Valencia había acudido demasiado a la fuente del triple pero el grifo se había secado y el descanso llegó para la tropa de Mumbrú como la campana que salva al boxeador golpeado (49-40).
El tercer cuarto suele actuar de despertador para el Valencia. Así fue. En 30 segundos dieron un bocado de cinco puntos con un triple de Webb y una contra de Dubljevic tras una recuperación. El pívot naranja se animó también a lo lejos (51-48) para cabreo de Tavares, que en la siguiente acción cometió dobles. Chus Mateo mandó parar el reloj. El Valencia seguía con el martillo desde el triple. Bingo de Jones, bingo de Arostegui y el encuentro que había vuelto a cambiar de dirección (53-55). Los blancos atravesaron un momento de precipitación, penalizado por unas pérdidas que ya le castigaron el martes contra el Baskonia. Tavares cargaba además con una tercera falta que pese a todo no le impidió sumar otro tapón a una estadística asombrosa: ya suma 348 en la Euroliga, hombre récord.
Sergio Rodríguez y Evans intercambiaron triples. La cita se movía en una baldosa. El Madrid conservó a Tavares en la pista hasta que sumó la cuarta falta cuando restaban dos minutos para alcanzar todavía el último cuarto. El encuentro ya se masticaba a cámara lenta, más cuando intervenía la revisión de acciones en la pantalla. En medio del fragor, momento Rudy: el eterno alero recuperó un balón, provocó una falta y anotó dos tiros libres. A falta de 10 minutos, 71-65.
Sin Tavares, Poirier asume los galones en la trinchera secundado por la fiebre de Deck. El Madrid sacaba músculo y aceleraba con pequeñas ventajas, pero el Valencia respondía pronto con balones a Rivero y el picoteo de Evans por fuera. El conjunto de Mumbrú no perdía el tiempo: posesiones cortas para seguir en la brecha (75-72, 83-79). Jones encadenó cinco puntos y Musa, desaparecido buena parte de la noche, levantó la mano para asumir un tiro exterior que dejaba a los blancos un dedo por delante. El Madrid volvía a asomarse a un final muy apretado, como el de dos días antes contra el Baskonia. El Valencia seguía demostrado su madera de competidor ante grupos de mayor tallaje en la Euroliga. El choque se decidió en las manos de quienes no tenían miedo para atacar el aro. Por encima de todos, Deck. El argentino penetró con los dientes apretados para anotar primero y luego para asistir al recuperado Tavares, y estiró los brazos en defensa para recuperar una pelota vital. Jones dio el último golpe de riñón de un bravísimo Valencia.
R. MADRID, 95; VALENCIA, 91
Real Madrid: Williams-Goss (8), Musa (8), Hezonja (9), Cornelie (11), Tavares (14) —quinteto inicial—; Rudy (8), Hanga (3), Sergio Rodríguez (5), Deck (18), Poirier (11).
Valencia: Jones (19), Radebaugh (7), Arostegui (6), Webb (6), Dubljevic (10) —quinteto inicial—; Harper (9), Claver (2), Puerto (3), Prepelic (4), Evans (8) y Rivero (17).
Parciales: 24-20, 25-20, 22-25 y 24-26.
Árbitros: Difallah, Balak y Giovannetti. Sin eliminados.
Wizink Center. Unos 7.000 espectadores.
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