Euroliga jornada 23
El Madrid escapó de Mónaco con una victoria doble. La que ató con mucho sufrimiento (91-95) gracias a la imperial actuación de Mario Hezonja (30 puntos, seis rebotes y seis asistencias) y la que le otorga el basket average frente a un rival que se codea en lo alto de la Euroliga y que había vencido en la ida por 94-95. El conjunto blanco se hace fuerte en lo alto de la clasificación, junto al Olympiacos, tras una noche de muchos sudores.
Un pabellón pequeño y un público encendido propiciaron un inicio muy acelerado. El Mónaco castigaba con las penetraciones de Loyd y Mike James, el motor local en ese arranque, y el Madrid giraba en torno a Hezonja, su pieza más productiva (6-9). Deck aprovechaba su potencia jugando de alero, Tavares viajó al banquillo con dos faltas en siete minutos y Sergio Rodríguez y Musa, siempre el bosnio con la muñeca caliente, sumaban en la generación de juego. Los blancos alcanzaron el primer respiro por delante (20-24).
El Mónaco percutía con veloces entradas a canasta, unos acelerones difíciles de detener para el Madrid. Un mate de Hall, un triple de Okobo y las pérdidas blancas voltearon el marcador (27-26). Al rescate acudió Yabusele para herir por dentro. Sin Tavares, el francés ejerció de cinco y Deck de cuatro, un equipo más bajito con Hezonja enchufado desde el perímetro, rapidísimo para exprimir su talento en el uno contra uno (20 puntos en la primera parte, 15 de ellos en el segundo cuarto). La mejor versión de Súper Mario, encantado en el papel de líder. El Mónaco, a lo suyo, aprovechar el primer hueco para lanzarse de cabeza hacia el aro, directo al corazón de la zona. Sin pensarlo dos veces. Ataques exprés. Al descanso, 46-50.
Tavares cargó con la tercera falta al amanecer el segundo tiempo, Williams-Goss se enredó para perder el balón y el Mónaco enlazó un 12-0 con su receta de correr y correr. Las ofensivas de los hombres de negro duraban un suspiro, con James de dinamitador. El Madrid solo festejó un punto en cuatro minutos y Tavares cometió la cuarta, igual que Poirier. No atinaban los blancos, muy fallones (58-51) en ataque y blandos detrás, mientras Chus Mateo mandaba parar y resetear. Musa, Llull y Hezonja cortaron la sequía desde el triple, pero Poirier fue eliminado por cinco faltas y las pérdidas se encadenaban. El Madrid sufría sin la fuerza de sus pívots. El grupo sobrevivía a distancia, salvado por su corte de tiradores. Musa sumó un tres más uno acrobático para dejar todo abierto (71-70) antes del último cuarto.
Hezonja volvió a reclamar el balón. El Madrid debía recomponer el mecano sin sus jugadores interiores, con el comodín Deck en la zona. James, secundado por Okobo y Diallo, continuaba siendo una tortura para los blancos. El choque se jugaba de poder a poder, frenético, sin descanso, con ataques cortos y muchas posesiones. El conjunto de Chus Mateo apretó en defensa y una ráfaga de inspiración de Hanga dio a los visitantes una renta inesperada minutos antes (82-87). El Madrid alineaba a toda su artillería exterior hasta que recurrió a Tavares a falta de dos minutos y medio. El gigante intimidó en la pintura y Hezonja, en trance, metió otra marcha más para abrochar su récord de anotación, valoración (34) y asistencias en la Euroliga. Suyo era un partido que regaló al Madrid una victoria con valor doble.
Mónaco: Loyd (4), James (23), Brown (7), Blossomgame (6), Motiejunas (7) —equipo inicial—; Okobo (16), Moneke (4), Diallo (15), Outtara (3), Hall (6).
Real Madrid: Williams-Goss (3), Hezonja (30), Deck (13), Cornelie (2), Tavares (3) —equipo inicial—; Causeur (0), Hanga (7), Sergio Rodríguez (2), Poirier (2), Llull (10), Yabusele (9) y Musa (14).
Parciales: 20-24, 26-26, 25-20 y 20-25.
Árbitros: Pukl, Latsevs y Vilius. Eliminaron a Poirier.
Salle Gaston Medecin, en Mónaco: unos 4.600 espectadores.
El Baskonia vence al Panathinaikos
Mientras, el Baskonia se impuso por 95-90 al Panathinaikos y sigue en los puestos nobles de la competición. El conjunto vitoriano basó su victoria en el segundo cuarto (31-15), el único de los cuatro en el que adelantó al equipo griego. Markus Howard volvió a ser el jugador más destacado en el grupo local, con 24 puntos, seguido de Costello con 16 y Marinkovic con 14. En el Panathinaikos, Derrick Williams fue el máximo anotador con 19 puntos.
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