Si la mayoría de los equipos que se miden en el Mundial de Fórmula 1 se centran en las carreras, Red Bull ha organizado un partido de tenis entre sus dos pilotos que puede alargarse hasta que el campeonato ponga el cerrojo, en Abu Dabi, a finales de noviembre. Max Verstappen y Checo Pérez andan enfrascados en un intercambio de golpes más igualado de lo que a priori podía pensarse si tenemos en cuenta que en uno de los bandos se encuentra el actual campeón. La diferencia de potencial existente entre los monoplazas energéticos y el resto ha dispuesto un duelo particular entre el mexicano y el holandés, que van cogiendo aire al frente de la tabla general sin que nadie sea capaz de invertir esa tendencia. Hasta ahora, la pareja de corredores de la marca del búfalo rojo se ha repartido equitativamente las cuatro victorias que se han puesto en juego, mientras que Pérez, además, salió ganador de la primera cita al sprint del curso, celebrada este sábado en Azerbaiyán.
El de Jalisco atraviesa el momento más dulce de su trayectoria, una ventana que le permite incluso incordiar a un fenómeno como su compañero. En un circuito abrazado por muros y con trampas en cada esquina, el teórico escudero volvió a revelarse y arrambló con todo para reducir el colchón que le separa de Verstappen y dejarlo en solo seis puntos. Mad Max certificó el tercer doblete para Red Bull de cuatro posibles, mientras que Charles Leclerc se las apañó para amarrar un podio que Fernando Alonso (cuarto) puso en duda después de volver a demostrar que tiene cuerda para rato. Carlos Sainz, por su parte, terminó el quinto gracias a su defensa sobre Lewis Hamilton, que en ningún momento estuvo en condiciones de tirarle su Mercedes.
Red Bull ha sido una compañía que ha trascendido gracias a su atrevimiento y su disruptiva estrategia en términos de comunicación y marketing. Habrá que ver si los responsables de su división de Fórmula 1 son lo suficientemente flamencos para no intervenir en la gresca que mantienen sus dos empleados más ilustres. A pesar del incontestable dominio de Verstappen durante la mayor parte del curso pasado, el ambiente entre él y Pérez se enrareció en momentos puntuales, hasta el extremo de acusarse mutuamente de deslealtad. Si atendemos al lenguaje de unos y otros nada más terminarse la cuarta parada del calendario no sería extraño que la cosa volviera a terminar en jarana, sobre todo si Checo sigue bordándolo como lo ha hecho en este primer tramo de temporada y la suerte le sonríe como esta vez.
Cuando los Red Bull sacan el martillo es imposible mantenerles a raya, independientemente de que ninguno de ellos arranque desde la pole. Seis vueltas necesitaron los dos RB19 para merendarse a Leclerc y dejarle tirado, y otras seis más para abrir un hueco de otros seis segundos sobre el monegasco, nada más relanzarse la prueba (vuelta 14). Con el panorama totalmente despejado, el azar le dio la espalda a Verstappen, que recibió la llamada por radio para que enfilara el carril de los garajes y realizara la única parada programada para cambiar de gomas (vuelta 11). Por más buenos que sean los estrategas de la estructura de Milton Keynes (Gran Bretaña) todavía no son capaces de predecir el futuro, al menos de momento. De lo contrario habrían visto venir el accidente de Nyck de Vries, que golpeó las barreras con la rueda derecha de su Alpha Tauri y llevó a los comisarios a soltar el coche de seguridad, circunstancia que provocó una entrada en tromba a los garajes, dado el ahorro en tiempo que supone llevarlo a cabo con la carrera neutralizada por el ‘safety’, y que en este caso es de nueve segundos. Ese margen recolocó a Leclerc al frente, por delante de Pérez y Verstappen, que ni se despeinaron para abrasar al de Ferrari.
Una vez se deshicieron del bólido rojo, los dos Red Bull salieron zumbando sin que Checo mostrara ninguna grieta por la que Verstappen pudiera meterle el morro. “Hemos dominado este fin de semana. Si evitamos jornadas como las de Melbourne –terminó el quinto–, estamos en la pelea”, resumió Pérez, por la radio, en un claro mensaje de agradecimiento hacia el grupo humano que trabaja con él, ya no tanto hacia el equipo. “Checo tuvo algo de suerte con el coche de seguridad, pero la temporada es muy larga”, se justificó Christian Horner, director de la escudería campeona, ante Verstappen.
Clasificación GP de Azerbaiyán
Posición | Piloto | Equipo | Tiempo |
---|---|---|---|
1 | Checo Pérez | Red Bull | 1:32:42.436 |
2 | Max Verstappen | Red Bull | +2.137 |
3 | Charles Leclerc | Ferrari | +21.217 |
4 | Fernando Alonso | Aston Martin | +22.024 |
5 | Carlos Sainz | Ferrari | +45.491 |
6 | Lewis Hamilton | Mercedes | +46.145 |
7 | Lance Stroll | Aston Martin | +51.617 |
8 | George Russell | Mercedes | +74.240 |
9 | Lando Norris | McLaren | +80.376 |
10 | Yuki Tsunoda | Alpha Tauri | +83.862 |
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