Liberty Media ha conseguido lo que buscaba cuando, hace cinco años, formalizó el proceso de compra de los derechos de explotación del Mundial de Fórmula 1 al fondo de capital riesgo CVC. Gracias a una estrategia super agresiva, la compañía ha logrado conquistar el mercado norteamericano, un colectivo que siempre se había mostrado escéptico ante la complejidad del campeonato, y sus raíces europeas, y que ahora está absolutamente entregado a la causa. La próxima temporada, la que arranca en Baréin el próximo 5 de marzo, será la más larga de la historia, con un total de 23 citas en el calendario, tres de ellas en suelo estadounidense (Austin, Miami y Las Vegas). Por si eso no fuera un elemento lo suficientemente ilustrativo del arraigo que la F1 ha logrado allí, este viernes a mediodía se confirmó el regreso de Ford, con vistas a 2026, fecha en la que pasará a suministrar los motores a Red Bull y Alpha Tauri.
El gigante de Michigan, el tercer motorista más laureado del ‘gran circo’, con diez títulos de constructores y 13 de pilotos, volverá al certamen más de dos décadas después de haberse desvinculado de él, tras cerrar el proyecto que tenía a medias con Jaguar (2004) y pasar a focalizar sus fuerzas en el Mundial de Rallies (WRC) y en los turismos. La compañía del felino le vendió entonces todo el tinglado a Red Bull, que, a base de invertir cantidades industriales de dinero, logró escalar hasta lo más alto. Se da la circunstancia de que Ford y la tropa energética volverán a unirse dentro de tres años, según ha confirmado también la escudería del búfalo rojo. El hecho de que la presentación del nuevo monoplaza de la estructura campeona del mundo tuviera lugar este mismo viernes, en Nueva York, motivó la aparición de informaciones que apuntaban a una posible reentrada de Ford en la F1, de la mano de Red Bull. Al acto asistieron Max Verstappen, que se ha coronado campeón del mundo de forma consecutiva los dos últimos ejercicios, así como Checo Pérez, su vecino de taller, y Christian Horner, el director del equipo. A través de este acuerdo, Ford unirá fuerzas con Red Bull Powertrains, la división de la formación de Milton Keynes (Gran Bretaña) que desarrolla los motores de los bólidos, y que en estos momentos recibe el apoyo de Honda. Este nuevo capítulo da carpetazo definitivo a las conversaciones con Porsche, inicialmente interesada en la compra del 50% de Red Bull, en una tentativa que entró en una vía muerta tras el verano.
Ford y Red Bull trabajarán juntos en un propulsor eléctrico de 350 kW y la construcción de un nuevo motor de combustión. “El regreso de Ford a la Fórmula 1 con Red Bull Racing tiene que ver con hacia dónde nos dirigimos como una compañía cada vez más eléctrica, definida por el software, vehículos modernos y experiencias”, dijo Jim Farley, presidente y CEO de Ford. “La Fórmula 1 será una plataforma increíble para innovar, compartir ideas y tecnologías y para conectar con decenas de millones de nuevos clientes”, añadió.
La semana pasada, el jefe de competición de Ford alimentó abiertamente la posibilidad de volver al Mundial. “La Fórmula 1 se ha fortalecido y está en crecimiento, tanto en Estados Unidos como globalmente”, comentaba Mark Rushbrook, jefe de la marca de Dearborn, en una entrevista concedida a Autosport. “Aquello que Liberty ha hecho bien es generar carreras atractivas. Además, con Drive to Survive –la serie documental de Netflix– han llegado a nuevas audiencias. Como compañía, nosotros competimos para innovar, para transferir la tecnología [a los coches de calle], pero también por razones de marketing. Todo eso merece una consideración”, añadía el ejecutivo, anticipando, de forma medio velada, el anuncio de este viernes.
“Este es el comienzo de un nuevo capítulo para Ford en la historia de las carreras, que comenzó cuando mi bisabuelo [Henry Ford] ganó una prueba –en 1901, en un hipódromo de Detroit– que ayudó a fundar nuestra empresa. Ford vuelve a la cúspide de las competiciones, aportando nuestra gran tradición por la innovación, la sostenibilidad y la electrificación, a uno de los escaparates más visibles que existen”, declara Bill Ford, presidente ejecutivo de la empresa, en el comunicado oficial. “Ford es un sello global con una increíble tradición en las carreras y el sector automotriz, y ha visto el gran valor de nuestra plataforma”, añadía Stefano Domenicali, CEO de la F1. La reaparición de Ford coincidirá en el tiempo con la entrada en escena de Audi, que esta misma semana concretó la compra de un paquete accionarial de Sauber.
La FIA abre el proceso para inscribir a nuevos equipos
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) publicó el jueves los requisitos que deberán cumplir aquellos candidatos que pretendan optar a hacerse con una de las plazas que se abrirán, para nuevos equipos, a partir de 2025. La FIA deja claro que los criterios de preselección se centrarán, sobre todo, en asegurar la viabilidad económica de las propuestas. Se espera que el proceso de evaluación de las alternativas se alargue hasta el próximo 30 de abril. Este movimiento por parte del organismo que regula la F1 llega un mes después de que el equipo Andretti mostrara sus intenciones de aliarse con Cadillac para una hipotética entrada en el Mundial.
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