Francis Roig, miembro del cuerpo técnico de Rafael Nadal desde hace 18 años, ha decidido abandonar el equipo del campeón de 22 grandes y emprender una nueva etapa profesional. El preparador barcelonés, de 54 años, desea comenzar “un nuevo proyecto que abarque a más de un jugador” y que le permita “formar un grupo de trabajo de cara a los próximos años”, según especifica en el comunicado emitido este viernes.
Roig ha sido uno de los elementos indispensables en la trayectoria de Nadal, al que se asoció en 2005, cuando el balear empezó a elevarse de verdad en el circuito de la ATP. Desde entonces ha formado parte del staff, integrado hasta hoy por él, Carlos Moyà y Marc López, este último incorporado desde el curso pasado. Roig coincidió en la etapa inicial con Toni Nadal, que se desligó formalmente de su sobrino a finales de 2017.
Después de sellar su carrera individual en 1999 –llegó a ser el 60º del mundo en 1992–, el catalán continuó como doblista y ganó nueve títulos, además de alcanzar el 23º peldaño del ranking. En 2001 colgó definitivamente la raqueta y se dedicó a la formación en la BTT Academy de Barcelona; tarea que compaginó con la asesoría a Nadal, siempre atento a las directrices técnicas de un preparador muy reconocido dentro del circuito y que, dice el de Manacor, “mejora mi tenis”.
En la nota, el número dos actual destaca que “Francis ha sido una persona importante en mi carrera y le estoy muy agradecido por todos estos años de trabajo y amistad. Cuando empezamos a trabajar juntos yo era un niño [tenía 18 años] y junto a mi tío Toni, empezábamos en el circuito. Es un gran técnico que conoce muy bien el tenis y me ha ayudado mucho a ser cada vez mejor. Solo tengo palabras de agradecimiento y le deseo toda la suerte del mundo en su nuevo proyecto”.
Por su parte, Roig afirma que “ha sido un verdadero placer y honor trabajar con Rafa y con el resto del equipo. Nunca pensamos que podríamos obtener tantos resultados y tener una carrera tan longeva con él, pero es un fenómeno y lo hace todo parecer fácil. Solo tengo palabras de agradecimiento a Rafa [36 años] y a mis compañeros de equipo por todos estos años juntos, aprendiendo, trabajando y haciendo de él lo que es, una leyenda del deporte. La amistad queda y nos veremos y disfrutaremos, como siempre lo hemos hecho, por el circuito”.
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