¿Los Leopard acercan a Occidente a una guerra con Rusia? Los expertos dicen que no
Por María R. Sahuquillo desde Bruselas.
Misiles antitanque Javelin, obuses de 155 milímetros, lanzacohetes Himars, sistemas antiaéreos Patriot, carros ligeros, tanques Challenger, Leopard 2 y Abrams. El aumento y la potencia de la ayuda militar de Occidente a Ucrania para defenderse de la invasión rusa ha calentado el debate sobre el grado de implicación de los países aliados en la guerra, y si está cerca un potencial conflicto directo. Enconado en la invasión para despojar a Ucrania de su soberanía, el Kremlin ha elevado el tono de sus acusaciones a la Alianza Atlántica e insiste en que los últimos envíos implican que la OTAN está en guerra con Rusia en Ucrania, a través de las tropas de Kiev armadas con material militar aliado; una “guerra proxy [por intermediación]”. La retórica del Kremlin tiene seguimiento entre algunos sectores europeos, pero el derecho internacional ampara a los países que apoyan con armas a Ucrania para defenderse. Y con ello no se consideran parte del conflicto. La línea roja está en poner botas militares sobre el terreno. Una perspectiva que los países aliados se aprestan a alejar.
Esta semana, después de que Alemania y Estados Unidos anunciaran el envío de tanques potentes y modernos a Ucrania como parte de un gran esfuerzo aliado conjunto, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, considerado uno de los submarinos del presidente ruso, Vladímir Putin, en la UE y la OTAN, cargó contra el nuevo apoyo. “Si envías armas y financias el presupuesto de todo el año de una de las partes en conflicto y consideras enviar más armas cada vez más modernas, entonces puedes decir lo que quieras, eres parte de la guerra”, aseguró Orbán. “Comenzó cuando los alemanes dijeron que estaban dispuestos a enviar cascos. Ahora estamos en tanques de batalla y ya están hablando de aviones”, remarcó.
Rusia ha hervido estos días con un argumento relacionado, a raíz de unas declaraciones de la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, manipuladas por el Gobierno de Putin para defender que Berlín y la OTAN son partes beligerantes en la guerra. “Estamos luchando una guerra contra Rusia, y no entre nosotros”, dijo, en inglés, la ministra en el Consejo de Europa. Moscú pidió aclaraciones y la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajárova, aseguró en su canal de Telegram que las declaraciones prueban que Occidente libra “una guerra premeditada contra Rusia”.
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En la fotografía, que es de Reuters, residentes de Kostiantynivka, en la provincia ucrania de Donetsk, este sábado frente a las casas destruidas por los bombardeos rusos.