Este fin de semana la violencia ha dejado un trágico episodio en Oaxaca. Dos hermanos, una niña y un niño, de nueve y siete años, fueron encontrados sin vida a un costado de una carretera, en la región del Istmo de Tehuantepec, en el Estado de Oaxaca, el sábado. La Fiscalía estatal había informado de la detención del padre de los niños por su supuesta relación con lo sucedido. Según medios locales y vecinos de la región, los dos menores solían vender frituras y golosinas sobre la carretera El Espinal, y también en las calles de la colonia Fidel Peña, del municipio de Juchitán de Zaragoza, de donde eran originarios.
Los reportes de las autoridades locales indicaron que, aunque los cuerpos de la niña y el niño no presentaban heridas con armas de fuego, sí tenían signos de asfixia. El padre ha sido puesto a disposición del Ministerio público. El gobernador de la entidad, Salomón Jara Cruz, condenó, a través de sus redes sociales, la muerte de los menores y se comprometió a hacer lo posible para esclarecer el caso: “Reitero: defender la vida, en especial la de nuestras niñas y niños, es la misión más alta de nuestro gobierno y vamos a trabajar siempre para cumplirla”.
Este domingo, entre gritos de “justicia” y música tradicional, amigos, familiares y vecinos de los hermanos, enterraron a los menores y pidieron que el caso se investigue. “¿Dónde están los derechos humanos de los niños? ¿Dónde está el presidente municipal? ¿Dónde está el gobernador?”, se escucha decir a un hombre, durante el entierro, en un video de redes sociales.
Además de la indignación general que ha provocado la violencia en contra de los dos menores, varias instituciones públicas se han sumado al llamado para que la Fiscalía estatal y las autoridades correspondientes no den carpetazo al caso y se investigue hasta responder todas las dudas en torno al doble homicidio. El Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Oaxaca condenó la muerte de los menores y, “en el ámbito de su competencia” ha iniciado acciones para contribuir a esclarecer el hecho y ha solicitado agilizar las investigaciones.
Juchitán de Zaragoza, de donde eran originarios los niños, es el tercer municipio más poblado de Oaxaca. Información del Gobierno de México, correspondiente al año 2020, indica, además, que más de la mitad de la población de Fidel Peña, la ciudad donde vivían, vive en la pobreza.
La violencia en Oaxaca, como en varios Estados de México, se recrudece y ensaña con los más vulnerables. El 3 de mayo de 2022, tres niñas de ocho, cinco y dos años de edad, así como un bebé de 10 meses, fueron asesinados en una comunidad de Juchitán, presuntamente por su madre, quien sufría violencia intrafamiliar generada por su esposo.
En los primeros 11 meses de 2022 se cometieron 1.116 asesinatos dolosos de niñas, niños y adolescentes en México, un incremento del 3% frente al año anterior, según la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país