Una estrella emergente de las dos ruedas voló por los estrechos recodos del desierto rumbo a la histórica ciudad de Al-Ula, primer sitio Patrimonio de la Humanidad en Arabia Saudí, para imponerse en la segunda etapa del Rally Dakar 2023. Mason Klein, piloto estadounidense de KTM, estrenó su casillero de victorias en el rally superando a los pesos pesados de la disciplina. Con una magnífica exhibición de agilidad y velocidad en una especial que Joan Barreda definió como una de las más duras que recuerda, anunció su candidatura al Touareg con tan solo 21 años agarrando el liderato de la prueba.
El castellonense de Honda, que se golpeó con una piedra el pie izquierdo en el tramo final, terminó sexto a 2m 32s del vencedor, y se sitúa tercero en la clasificación general, a 2m 03s del nuevo líder: “Ha sido una de las etapas más duras de los últimos años. Más de cinco horas, con muchas pistas y muchas rocas. En los últimos kilómetros me he golpeado en el lecho del río con una roca y me duelen mucho los dedos del pie. Espero que no sea gran cosa”. Pero sí, el diagnóstico final es difícil de encajar: fractura de la falange distal del dedo gordo del pie izquierdo.
Ricky Brabec, que partía en cabeza, quedó muy lejos a 5m 35s y cae a la sexta plaza de la tabla. En un día donde no brillaron los principales favoritos, Daniel Sanders (GasGas) empezó a jugar con la estrategia. En línea de meta, el austríaco reconoció que no empujó para evitar abrir pista mañana. “Ha sido un día duro, pero he ido muy bien y luego he decidido frenar. Mañana será un día importante y he decidido darme un pequeño paseo. Aunque haya bonificación por ganar, es demasiado pronto en la carrera”. Se dejó remontar casi cinco minutos entre el penúltimo punto de control y la llegada, un tramo de 44 km.
Sebastian Bühler (Hero) y Skyler Howes (Husqvarna) completaron el podio. Klein recibió una sanción de dos minutos por saltarse el límite de velocidad, pero para su fortuna mantuvo la victoria y el liderato. “Gran parte del día he seguido a los otros, pero en la última parte estaban bromeando sobre si dejarme liderar o no, así que al final he decidido marcharme y ha ido bien”, comentó el joven ganador. “Con la velocidad se me pone la mente en blanco, es demasiado para mi cerebro. Es duro, y no sé si es cuestión de experiencia”.
Toby Price (KTM), se lamentó del “río de piedras” en el que les había puesto la organización, que presentó la etapa como un puro trámite en la sesión informativa de la víspera. “Si quieres sobrevivir y llegar a meta, tienes que tomártelo con algo de calma”, afirmó. Después de la sorpresa camino a Al-Ula, la comitiva empieza a dar por buenas las previsiones de que este será uno de los Dakars más exigentes de la historia. La tercera etapa, 447 km entre preciosos paisajes lunares, llevará a los competidores hasta la zona montañosa de Ha’il, otro enclave conocido y temido por todo el vivac.
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