Un penalti resolvió el duelo de desesperados en el RCDE Stadium. El goleador Joselu, la mejor garantía blanquiazul, firmó desde los once metros la victoria del Espanyol y la derrota del Getafe. El triunfo fue celebrado efusivamente por la hinchada local después de encadenar siete derrotas y un empate, un punto sobre 24, unos números que hasta este domingo no había podido corregir Luis García desde su debut contra el Athletic. “Vamos a jugar con los ojos inyectados en sangre”, anunció el entrenador blanquiazul antes de celebrar su primer triunfo como técnico de su querido Espanyol.
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Pacheco, Cabrera, Calero, Óscar Gil (Aleix Vidal, min. 86), Sergi Gómez, Adrià Pedrosa (Brian, min. 74), Darder, Denis Suárez (Vinicius, min. 68), Melamed, Joselu y Braithwaite (Javi Puado, min. 85)
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David Soria, Damián Suárez, Domingos Duarte, Omar Alderete (Mitrovic, min. 80), Gastón Álvarez (Fabricio Angileri, min. 80), Maksimovic, Aleñá (Munir, min. 63), Gonzalo Villar (Mata, min. 95), Portu, Enes Ünal (Juan Latasa, min. 80) y Mayoral
Goles 1-0 min. 37: Joselu.
Árbitro José María Sánchez Martínez
Tarjetas amarillas Aleñá (min. 36), Braithwaite (min. 42), Domingos Duarte (min. 50), Maksimovic (min. 57), Melamed (min. 70), Gonzalo Villar (min. 73), Juan Latasa (min. 81) y Aleix Vidal (min. 91)
El Getafe fue un convidado de piedra, insensible al regreso en el banquillo de Bordalás después de una semana muy complicada que empezó con la destitución de Quique Sánchez Flores. El técnico fue incapaz de corregir la dinámica negativa de un equipo que únicamente ha sumado once puntos en sus salidas del Coliseum Alfonso Pérez. Ya son seis partidos sin ganar, dos puntos sobre 18, y el Getafe ha caído en el sótano de la Liga
Los detalles acostumbran a ser decisivos en partidos tan disputados e inciertos como el del RCDE Stadium. El balón acabó por caer a favor del bando blanquiazul porque fue el equipo que más expuso y dispone además de dos futbolistas vitales de la talla de Braithwaite y Joselu. Los goles a favor están garantizados por la pegada de sus dos delanteros: el danés, que cuenta nueve dianas, cabeceó una pelota que dio en la mano de Aleñá y el árbitro pitó penalti que transformó Joselu, que ya cuenta 14 tantos, después de la intervención del Var. También los goles en contra han sido una constante en el Espanyol. Al Getafe no le quedó mas remedio con el marcador en contra que el de constatar la vulnerabilidad del plantel que hoy entrena Luis García. Los cambios favorecieron el acoso del equipo de Bordalás y propiciaron también las transiciones del Espanyol. La defensa blanquiazul, sin embargo, fue por una vez más solvente que la ofensiva de un contrario ahora mismo desorientado con el cambio de entrenador por más conocido que sea Bordalás.
Apenas se contaron ocasiones en el Getafe y por el contrario el Espanyol intimidó a menudo el área de Soria. A los muchachos de Luis García solo les faltó acabar las jugadas, especialmente a Darder, acostumbrado a delegar el último tiro en Joselu o Braithwaite. Ya se sabe por otra parte que a los equipos de Bordalás les falta habitualmente continuidad en su juego, más expertos en trampear los partidos que en generar ocasiones, muy alejado el Getafe del arco de Pacheco. Aunque Latasa cabeceó mal en el segundo palo un buen centro en la última ocasión del encuentro, nadie destacó más en el cuadro visitante que Soria.
La contienda se apagó sin más sobresaltos que la indisposición de un aficionado que fue atendido por los servicios médicos del Espanyol. Los blanquiazules se agarraron al gol de Joselu como si les fuera la vida, conscientes de que la victoria era indispensable para cambiar su dinámica negativa, y el Getafe se salió del partido sin más argumentos que los de lamentar “un penalti controvertido” y las pérdidas de tiempo —palabras del propio Bordalás—.
No tuvo tiempo el técnico para corregir las disfunciones de un equipo que a falta de seis jornadas queda empatado a puntos con el Espanyol. Nadie se rinde en la cola de la tabla, tampoco el Espanyol, al que le aguardan dos partidos de aúpa ante el Sevilla y el Barça, que aspira a cantar el alirón en el RCDE Stadium.
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