Podría decirse que todo empezó cuando logró su primer mate, a los 13 años en un partido en el instituto entre alumnos y profesores. Pero en verdad la majestuosa carrera de LeBron James, que está a punto de convertirse en el máximo anotador en la temporada regular en la historia de la NBA (le separan 35 puntos de igualar el registro de Kareem Abdul-Jabbar), comenzó el mismo día en que nació. Fue el 30 de diciembre de 1984 en Akron (Ohio), un lugar donde los padres enseñaban a sus hijos a esconderse cuando veían un coche de policía. En su caso, le acompañaba solo su madre, Gloria, de 16 años, puesto que el padre, Anthony, había desaparecido al conocer el embarazo de la adolescente.
“Cada día me despertaba sabiendo que me tocaba luchar”, recuerda hoy LeBron, desde la cúspide del baloncesto, sobre esa infancia que le convirtió en un superviviente. “De niño vi de todo, drogas, homicidios… Era una locura. Pasé muchas noches de miedo, oyendo sirenas y disparos de la policía”. Le salvó el amor de su madre, que encadenaba hasta tres trabajos diarios para llevarle un plato de comida, y el deporte, primero el fútbol americano y luego el baloncesto. El resto es leyenda.
En King. La biografía de LeBron James (editorial Córner), el periodista Davide Chinellato, especialista de la NBA en La Gazzetta dello Sport, desgrana cómo aquel niño que parecía condenado a formar parte de una pandilla y dar con sus huesos en la cárcel ha acabado convertido en el ganador de cuatro anillos en la mejor Liga de baloncesto del mundo y en una figura universal no solo por sus increíbles logros ante la canasta, todavía hoy a los 38 años, sino por su voluntad de ayudar a quienes menos tienen, sobre todo en aquella ciudad a 50 kilómetros de Cleveland en la que creció. Desde esquivar un destino trágico a cambiarle la vida cuando se fue a vivir con la familia de su primer entrenador, para codearse hoy con los mitos (Jordan, Kobe) en el debate de quién es el mejor baloncestista de todos los tiempos. La historia de LeBron James es el cuento real de cómo un niño que no tenía nada se convirtió en El Rey.
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