La actividad del Popocatépetl se incrementa: las autoridades activan la fase 3 de la alerta amarilla

El volcán Popocatépetl, que obligó a cerrar el sábado durante horas los aeropuertos de Ciudad de México, continúa su intensa actividad. La constante expulsión de ceniza ha llevado a Protección Civil a aumentar el nivel de alerta, que ahora sube de la fase 2 a la fase 3 de la alerta amarilla. En ese estado, se recomienda a las poblaciones vecinas evitar las actividades al aire libre. Los aeropuertos de la capital han recuperado su ritmo habitual, pero el volcán ha impedido el funcionamiento del aeródromo Hermanos Serdán, de Puebla, hasta este mediodía.

El Popocatépetl es uno de los volcanes más activos del mundo, situado a unos 70 kilómetros de la capital y entre los Estados de Puebla, Morelos y Estado de México. Sus fumarolas se han convertido en parte del paisaje del centro de México, sin embargo, el sábado hizo saltar todas las alarmas. Una creciente actividad, que se extendió durante muchas horas, generó una ola de cenizas que impidió la salida de los aviones de la capital. Desde las cinco de la mañana, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México suspendió todas sus salidas y llegadas de aviones, generando un caos añadido al ya sobresaturado aeropuerto. Alrededor de las 10.00, y después de las tareas de limpieza de ceniza, se empezó a reanudar la actividad. La ceniza es muy peligrosa para los motores de las aeronaves.

“Después de revisar lo establecido por el Semáforo de Alerta Volcánica, en sus diferentes fases, el Comité Científico Asesor del volcán Popocatépetl llegó a la conclusión de hacer la recomendación correspondiente para cambiar el nivel de Amarillo Fase 2 a Amarillo Fase 3″, ha expresado este domingo Laura Velázquez, directora de la Comisión Nacional de Protección Civil. La funcionaria ha añadido que la actividad del volcán consiste en la caída de fragmentos incandescentes, destrucción de domos de lava y flujos de lodo, así como algunas explosiones. Velázquez ha enfatizado que no supera a otros picos de actividad del coloso sucedidos en los años anteriores como el 2001, 2013 y 2019.

A partir del análisis del registro histórico de erupciones, el vulcanólogo Hugo Delgado Granados y sus colegas han propuesto un patrón en el comportamiento del Popocatépetl: “Hace muchos años publiqué un artículo en el que decía que más o menos cada 70 años el volcán se reactivaba, duraba un tiempo activo y después se volvía a dormir”, explicaba a EL PAÍS hace unos días. Ese periodo, de aproximadamente siete décadas, coincide con su última fase de actividad eruptiva, que inició en 1919 y se apagó para 1927. A partir de entonces, el ‘Popo’ entró en una fase de reposo que se alargó durante la mayor parte del siglo XX, hasta que el aumento de su actividad en 1993, seguido de una serie de explosiones el 21 de diciembre de 1994 que obligaron a la primera evacuación moderna en los poblados aledaños, confirmaron las sospechas iniciales: el gigante había despertado.

Para este domingo no se tienen previstas evacuaciones, aunque las recomendaciones sí incluyen permanecer el máximo tiempo dentro de casa en las áreas cercanas al volcán, cubrir nariz y boca al salir, limpiar ojos y garganta con agua pura, utilizar lentes de armazón y evitar los de contacto para reducir la irritación ocular, y cerrar ventanas y puertas, o cubrirlas lo más posible.

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