Kirstie Alley ha fallecido este lunes a los 71 años, ha confirmado la familia de la actriz de series como Cheers y Mira quien habla. La intérprete, quien cosechó muchos éxitos televisivos en los años ochenta y noventa, murió a consecuencia de un cáncer “recientemente descubierto”, según informa un comunicado de sus hijos, William True y Lillie Parker, publicado en las redes sociales. La familia asegura que Kirstie estuvo rodeada en sus de sus seres queridos en sus últimas horas y que luchó “con gran fuerza”. “Nos deja con la certeza por su inagotable alegría de vivir las aventuras que siempre quedan por venir”, señala el texto.
“El enorme entusiasmo y la pasión por su vida, sus hijos, nietos y animales, sin mencionar su eterna alegría por crear, no tienen paralelo y nos dejan con mucha inspiración por vivir la vida de la manera más plena”, añadieron sus hijos, a quienes Alley tuvo durante su matrimonio con el también actor Parker Stevenson. Su familia ha agradecido este lunes a los doctores y sanitarios del Moffit Cancer Center, un hospital de especialidades ubicado en Florida.
Alley conquistó la fama gracias a encarnar a Rebecca Howe, la gerenta del bar más famoso de la televisión estadounidense. Cheers tomó el testigo de Mash y se convirtió en un icono de la comedia para la cadena televisiva NBC mucho antes de que Jerry Seinfeld reinventara las normas de las comedias televisivas. Alley se convirtió en una estrella indiscutible en una serie que hizo escuela y que impulsó las carreras de Ted Danson, George Wendt, Kelsey Grammer y Woody Harrelson.
El personaje de Alley fue introducido por los guionistas para ganar oxígeno en una serie que tuvo once temporadas. Howe apareció en la sexta, como el reemplazo femenino de Shelley Long, quien era la camarera del lugar. En la historia, Sam (Danson) vende su bar a una gran corporación. Los escritores deciden invertir la relación del protagonista, quien pasó de mandar a obedecer las órdenes de Alley, quien se encarga de la transición tras la operación. Lo hace con la severidad que se espera de una egresada de una escuela de negocios.
Gracias a su mirada felina y a una voz muy atractiva, Alley recibió por este papel cinco nominaciones a los Emmy. Se lo llevó a casa en 1991 tras conquistar la categoría de mejor actriz. En 1994 ganó otra estatuilla por su participación en la miniserie David’s Mother, donde interpreta a la madre de un menor autista.
Cheers significó un antes y un después para Alley. Su inicio en la industria, sin embargo, estuvo en el cine. En 1982 debutó frente a la pantalla en una de las familias de más renombre en el mundo de la ciencia ficción estadounidense, Star Trek. Alley dio vida a una teniente originaria del planeta Vulcano, cuyos seres tienen los oídos puntiagudos. La película en la que aparece, La ira de Khan, es una de las mejor valoradas entre las varias adaptaciones que tiene la saga. También actuó, para la pantalla grande, junto a ídolos de la época como Tom Selleck, en Runaway (Fuera de control, 1984) y John Hurt, en Champions (Campeones), del mismo año. En 1988, compartió pantalla con Sidney Poitier, en Shoot to kill.
Su gran éxito cinematográfico aquel entonces llegó en 1989 con la comedia Mira quien habla, donde Alley interpretaba a una madre soltera que se decidía si debía criar o no a su bebé (cuya voz era la de Bruce Willis) con James, protagonizado por John Travolta. La película de Amy Heckerling no fue bien recibida por la crítica, que se limitó a llamarla tierna y simplona. Pero fue un éxito de taquilla. Recaudó, solo en EE UU, la impresionante cifra de 140 millones de dólares, un monto suficiente para poner en marcha dos secuelas que marcaron el cine comercial de inicios de los noventa.
Alley nació en Wichita, en Kansas, en 1951, en medio de una familia de clase media. Allí trabajó como diseñadora de interiores hasta que decidió abandonar su Estado, atraída por el brillo de Hollywood. Llegó en 1981 sin conocer a nadie, gracias a lo que llamó “un impulso”. Solo seis meses después de eso estaba vestida con el uniforme del Enterprise, a bordo de la saga de Star Trek.
Aunque se mudó a California, la actriz no abanderaba la ideología de la costa oeste. Era conservadora (aunque dijo haber votado por Obama dos ocasiones) y ferviente seguidora de Donald Trump, a quien apoyó en 2016 para llegar a la Casa Blanca. En los últimos años, afirmaba haber sido incluida en una lista negra de Hollywood por su apoyo al expresidente. En mayo de 2021, Trump mandó un mensaje a la actriz. “Es muy fuerte e inteligente… Hay que apoyar a Kirstie Alley”, escribió el exmandatario. Ella agradeció el gesto y dijo que echaba de menos al polémico empresario en Twitter.
También fue una actriz conocida por su humor. No tenía temor a reírse de ella misma. En el 2005 apareció en Fat Actress para la cadena Showtime. Allí interpretaba a una actriz que, como ella, intentaba mantener una carrera viva en una industria obsesionada con la imagen a pesar de tener varios kilos de más. Esta fue una batalla real durante la vida de Alley, quien fue durante años portavoz de una empresa que vendía planes para adelgazar.
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