La acusada del crimen de la presidenta de la comunidad de Carabanchel se escuda en que fue un accidente | Madrid

Marta C. explicó a la policía que la muerte de Pilar M., la presidenta de su comunidad de vecinos, fue accidental y que se asustó al ver su cadáver, informan fuentes cercanas al caso. La mujer, de 34 años, fue detenida la semana pasada acusada del asesinato de la anciana de 68, con la que mantenía disputas con motivo del pago de unas deudas de la finca, situada en el distrito madrileño de Carabanchel. Así lo explicó a los agentes cuando la detuvieron y, posteriormente, ratificó esta versión ante el juez, que decretó su ingresó en prisión provisional el pasado sábado. Marta asegura que su vecina se dio un golpe y que, al ver que había fallecido, se asustó y decidió deshacerse del cuerpo. El pasado miércoles, los restos calcinados de la víctima fueron hallados en una escombrera en el pueblo de la detenida, en Toledo.

La policía y el titular del juzgado de instrucción número 28 consideran que existen pruebas suficientes para creer que la muerte de Pilar no se debió a un accidente. Esos indicios, que incluyen restos biológicos de la víctima en casa de la detenida, fueron los que motivaron que el juez decretara su prisión provisional, comunicada y sin fianza, “por la presunta comisión de un delito de homicidio”. La policía, confirman fuentes cercanas, continúa recabando pruebas “de forma milimétrica” para reconstruir cómo se produjo el asesinato de Pilar. Estas pruebas se analizarán en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Los restos de la víctima se encuentran en un estado muy deteriorado.

Según los testimonios recabados en la comunidad de vecinos, Pilar y Marta habían quedado el lunes 27 de febrero en acudir a una sucursal bancaria cercana al inmueble en el que vivían ambas para aclarar unas deudas que supuestamente mantenía la treintañera con la comunidad. Pilar había accedido al cargo de presidenta en noviembre y se había propuesto poner orden en las cuentas. Ambas mujeres vivían a apenas unas puertas de distancia, en el mismo rellano.

Todas las pruebas apuntan a que el crimen se produjo en casa de Marta, que después introdujo el cuerpo de la víctima en una maleta y que, ese mismo día, se fue en coche a su pueblo, Las Ventas con Peña Aguilera, a una hora y media de Madrid. Allí trató de quemar los restos de Pilar, aunque no quedaron completamente calcinados, y finalmente los abandonó en un contenedor blanco en un punto limpio a las afueras de esta localidad de poco más de mil habitantes. Tres días más tarde, regresó a Madrid, donde fue detenida.

El lunes a las once de la mañana, la detenida volverá a comparecer ante el juez para ratificar su versión de los hechos o para cambiarla. Será el titular del juzgado de instrucción número 32 el que deberá decidir si confirma la prisión provisional para Marta.

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