Solo dos días después de que una carta con material pirotécnico llegara a la Embajada de Ucrania en España y causara heridas leves en una mano a uno de sus trabajadores, un nuevo paquete postal ha disparado este viernes las alarmas en la legación diplomática del país del Este europeo en Madrid. Poco después de las dos de la tarde, la Policía Nacional ha acordonado el edificio tras detectar la seguridad del edificio, entre el correo, una carta sospechosa que presentaba manchas de sangre en el sobre. Los especialistas en desactivación de explosivos desplazados al lugar han confirmado poco después que el envío “no contenía ni mecanismos ni sustancia explosiva o deflagrante”. Lo que había en su interior era el ojo aplastado de un animal. En concreto, el de una oveja, según detallan fuentes policiales.
La Policía cree que tanto el contenido del paquete como el hecho de que el mismo hubiera sido enviado por correo desde fuera de España descarta que el suceso tenga relación con los seis sobres con material pirotécnico que en los últimos días han sido recepcionados en embajadas, empresas e instituciones españolas, entre ellos la Embajada de Ucrania. El Ministerio del Interior vincula este envío con otros amenazantes que se han interceptado en diferentes embajadas y sedes consulares ucranias en diferentes países de Europa, en los que también había manchas de sangre y ojos de animales.
Esta mañana, el portavoz del Ministerio de Exteriores ucranio, Oleg Nikolenko, había informado precisamente de que algunas de sus legaciones diplomáticas en el continente habían recibido un total de 10 cartas amenazantes similares procedentes de “un país europeo”, sin especificar cuál. “Los paquetes estaban mojados con un líquido de olor característico y tenían un cierto hedor. Estamos estudiando el significado de estos mensajes”, ha detallado. En concreto, se han recibido estos paquetes en sus embajadas en Hungría, Países Bajos, Polonia, Croacia, Italia, Austria, así como los consulados en Nápoles (Italia), Cracovia (Polonia) y Brno (República Checa).
Nikolenko ha añadido en un mensaje de Facebook que, además, la residencia del embajador de su país en el Vaticano había sido “objeto de vandalismo” con excrementos, mientras que la representación diplomática en Kazajistán recibió una amenaza de bomba que no fue confirmada. A la legación en Washington llegó un envío con “la fotocopia de un artículo crítico sobre Ucrania”. El ministro, Dmitro Kuleba, ha ordenado que todas las embajadas y consulados aumenten sus sistemas de seguridad, asegurando que los intentos de intimidar a Ucrania “por no poder pararla en el frente diplomático” son “inútiles”.
La nueva alerta en España se produce después de se conociera que seis sobres con pólvora y pequeños trozos de metralla habían sido enviados al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, además de a las embajadas de EE UU y de Ucrania en Madrid, a una empresa armamentística con sede en Zaragoza y a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Ese mismo día, Interior ordenó a la Policía Nacional y a la Guardia Civil que extremasen las medidas de protección de los edificios públicos y, en especial, los controles sobre los envíos postales.
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Los seis sucesos están siendo investigados como un delito de terrorismo en una causa abierta en la Audiencia Nacional el pasado miércoles. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una carta remitida a los otros países de la UE y del Espacio Schengen, señala que el envío de estas cartas “podría estar relacionado con la invasión de Ucrania por Rusia”. Sin embargo, los primeros informes policiales enviados al juzgado ayer los investigadores no concretan ninguna hipótesis sobre la autoría.