El juicio civil contra Donald Trump por violación de la escritora y periodista E. Jean Carroll ha vivido este miércoles uno de sus platos fuertes al subir al estrado la demandante. “Estoy aquí porque Donald Trump me violó y, cuando escribí sobre ello, dijo que no había ocurrido. Mintió y destrozó mi reputación, y estoy aquí para intentar recuperar mi vida”, ha declarado Carroll, según las palabras recogidas por la agencia AP.
El juicio se celebra en Nueva York y los hechos se remontan a 1996, el año en que la escritora dice que el magnate la violó en los probadores de unos grandes almacenes. Carroll ha podido demandar a Trump gracias a una nueva ley que lo permite pese al tiempo transcurrido. Se trata de una demanda civil, no penal, a diferencia de la reciente imputación por los pagos a la actriz porno Stormy Daniels, donde el fiscal acusa a Trump de 34 delitos.
Tras la selección del jurado y los alegatos iniciales de los abogados de las dos partes, el juicio se ha reanudado este miércoles con la declaración de la supuesta víctima.
Trump no ha comparecido en el juzgado, pero ha escrito mensajes en su red social diciendo que el caso es “una ESTAFA inventada”. “Esta es una historia fraudulenta y falsa. ¡Caza de Brujas!”, ha seguido en Truth Social. No se ha descartado que el expresidente acabe testificando en el estrado.
Carroll contó en su libro ¿Para qué necesitamos a los hombres? Una humilde propuesta que Trump la había violado en los probadores de unos grandes almacenes de lujo de Manhattan en 1995 o 1996. La escritora ha vuelto a relatar este miércoles en el juicio su versión de los hechos. Asegura que se encontró casualmente con Trump en los grandes almacenes Bergdorf Goodman de Nueva York y él le pidió ayuda para buscar “algo especial” como regalo para una mujer. La columnista presentaba por entonces el programa televisivo Pregúntele a E. Jean, inspirado en su famosa columna de la revista Elle, un exitoso consultorio sexual y sentimental.
Según Carroll, Trump le dijo: “Hola, tú eres la mujer de los consejos”. Ella le contestó: “Hola, tú eres el magnate inmobiliario”. Ha asegurado que le encantaba dar consejos y que le parecía una perspectiva “maravillosa” la de asesorar a Trump.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Según su versión, Trump la llevó primero a la sección de bolsos, luego a la de sombreros y finalmente a la de lencería. El magnate agarró un body de color lila grisáceo, le pidió a ella que se lo probase y la acompañó. Cuando la puerta del probador estuvo cerrada, se abalanzó sobre ella, la empujó contra la pared, golpeando su cabeza. Ha dicho que estaba muy confusa: “No quería montar una escena. Sé que suena extraño”.
Algo emocionada, ha contado que Trump la sujetó contra la pared y aprovechando su peso, metió las manos bajo su vestido y le bajó las medias. “Lo empujaba hacia atrás. Estaba demasiado asustada para pensar (…) Me bajó las medias y su mano, sus dedos entraron en mi vagina, lo que fue extremadamente doloroso”, ha dicho. Luego Trump “curvó” sus dedos, siempre según su versión. “Mientras estoy sentada aquí hoy, todavía lo siento”, ha añadido. “Entonces, ¿qué pasó?”, le ha preguntado el abogado. “Luego introdujo su pene”, ha contestado.
La escritora no recuerda haber dicho “no” y admite que no gritó. También ha explicado que no lo escribió en su diario por superstición, porque no le gustaba recoger cosas tan malas. Cuando le han preguntado si recuerda cuánto duró la supuesta agresión, Carroll ha respondido: “Muy pocos minutos, muy pocos. Esa es otra cosa que me sorprendió”, según el relato del medio especializado en tribunales Law & Crime, presente en la sala.
Carroll ha declarado que se lo contó a su amiga Lisa Birnbach, creyendo que podría haber pensado que era gracioso. A la pregunta de por qué pensó eso, Carroll responde: “No lo había procesado. No había procesado lo que estaba pasando”. A la pregunta de si creía hoy que alguna parte fue divertida, Carroll ha respondido: “No, fue trágico”. Su amiga Lisa, que está citada como testigo, le contestó: “Te ha violado. Te ha violado, E. Jean. Deberías ir a la policía”, según su relato, a lo que la supuesta víctima le contestó: “De ninguna manera”. “Ella dijo: ‘Iré contigo’”.
La escritora ha recordado que se lo contó también a otra amiga, la presentadora Carol Martin, y que Martin le aconsejó que no lo denunciara. “Guárdatelo para ti”, recuerda que le aconsejó Martin. “Tiene 200 abogados. Te enterrará”. Martin también está citada para testificar.
Preguntada sobre por qué guardó silencio, Carroll ha dicho: “Nunca denunciaría algo así”. Y ha añadido: “Roger Ailes [su jefe, ejecutivo de la Fox] me habría despedido. Era amigo de Donald Trump”. También ha dicho: “Estaba avergonzada. Pensé que era culpa mía”. Y ha añadido que la gente ve a las mujeres que sufren abusos sexuales como “mercancía sucia”.
“¿Ha mantenido una relación sentimental desde la agresión?”, ha preguntado el abogado. “No”, ha contestado. “¿Por qué?” Tras una pausa, ella ha dicho: “La respuesta corta es: porque Donald Trump me violó”.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.