La Fiscalía de Delitos de Odio pide dos años de cárcel para un aficionado del Espanyol acusado de proferir insultos racistas para humillar y menospreciar al delantero del Athletic de Bilbao Iñaki Williams en un partido de la Liga en el estadio de Cornellá-El Prat en enero de 2020.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal atribuye al acusado un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas, en su modalidad de lesión de la dignidad de las personas por motivos racistas y contra la integridad moral, por el que también le pide una multa de 5.475 euros y que durante los cinco años posteriores a la pena de prisión no pueda entrar a ningún estadio de fútbol ni ejercerla docencia deportiva y de tiempo libre.
La Liga denunció en su momento ante la Fiscalía los presuntos insultos racistas contra Iñaki Williams y ejerció de acusación particular. Cuando Iñaki Williams fue sustituido recibió abucheos y “manifestaciones de menosprecio”, como simular los gestos de los primates y gritos repetidos “uh, uh, uh, uh”, onomatopeya que imita el sonido que emiten los monos. Los abucheos procedían de una parte del estadio blanquiazul situada en el sector 108 de la grada, donde se encontraba el acusado.
En su escrito, el fiscal de delitos de odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, sostiene que estos sonidos imitando a los monos, como es “público y notorio”, han sido proferidos en varias ocasiones por grupos de aficionados de distintos países “para ofender públicamente a futbolistas de color de piel negra durante el transcurso de un partido de fútbol”.
En marzo del pasado año, Willams aseguró al juez, en su declaración por videoconferencia durante la fase de instrucción, que se sintió “humillado” por los insultos racistas y que le indigna que hechos de esta naturaleza se sigan produciendo en el siglo XXI.
De hecho, el fiscal subraya que los insultos racistas se produjeron ante los 27.318 asistentes que habían acudido al estadio blanquiazul y ante una audiencia televisiva que se estima en casi 210.000 espectadores, además de una cifra “masiva” de oyentes que los pudieron escuchar por la radio.
En su escrito, la Fiscalía solicita que se archive la causa para un segundo acusado por estos cánticos racistas, ya que en su caso durante la instrucción no se han obtenido indicios suficientes de criminalidad por su parte. También se encargó una investigación a los Mossos d’Esquadra, que lograron identificar a los supuestos autores de los insultos tras examinarlas imágenes de las cámaras de seguridad y gracias a la información facilitada por el RCD Espanyol sobre los titulares de las localidades de donde procedían los gritos.
Las investigaciones policiales permitieron identificar a tres seguidores presuntamente relacionados con los insultos racistas, los dos mencionados anteriormente y a un tercero, que era menor de edad.
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