“La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”. Maya Angelou.
Podría faltar una semana para que el jurado dictamine si Genaro García Luna es culpable o no de los cinco cargos que se le imputan. No obstante, el daño a México ya está hecho.
La radiografía de su juicio diagnostica un país enfermo ante los ojos de Estados Unidos, que lucha contra un problema de salud relacionado con las drogas y que ha alcanzado cifras récord de muertes por sobredosis en los últimos años. Tan solo en 2021 se calcula que más de 100.000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas. De ellas, 71.000 murieron por los efectos de opioides sintéticos.
Esta es la otra cara de la relación bilateral que se rige por los caprichos de las leyes de la oferta y la demanda en las sombras, y que definitivamente no podría existir sin la peligrosa mezcla de política, corrupción y narcotráfico que confirma la existencia de una peligrosa metástasis cancerígena que une a ambas naciones. Mientras de un lado unos mueren por violencia, del otro se matan por sobredosis.
El hecho de que un exfuncionario de tan alto nivel, que ocupó la dirección de la Agencia Federal de Investigación con Vicente Fox y la Secretaría de Seguridad Pública con Felipe Calderón, se le imputen cinco cargos: tres por tráfico de drogas, uno por delincuencia organizada y otro por falsedad de declaraciones, habla mal de México, de sus instituciones, y reafirma la relación que muchos hacen entre el país y el narco.
Por eso es que el juicio contra Genaro García Luna va más allá de él, se extiende a todo el país, y aunque en algunos años nadie se acuerde lo que sucedió en el juicio, probablemente recordarán la sensación que les provocó la relación de altos funcionarios mexicanos con el narco. Al final, México pierde.
El Departamento de Justicia estadounidense señaló que García Luna colaboró con el Cártel de Sinaloa y es responsable del traslado ilegal a Estados Unidos de por lo menos 52 toneladas de cocaína. A lo que habrá que sumarle las declaraciones de narcotraficantes y exfuncionarios, presuntamente pudo recibir sobornos de más de 10 millones de dólares para dejar operar al Cartel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
Hasta ahora, la Fiscalía ha llamado a 25 personas a declarar contra el exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón y ha anunciado que llamará al último testigo a principios de la próxima semana. La defensa tendrá que decidir en estos días si llevarán a García Luna a declarar.
Mientras tanto en México, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha revelado una presunta red de corrupción encabezada por el exfuncionario, con un perjuicio al erario público de mas de 745 millones de dólares. Valiendo la pena señalar, que aquí tampoco se olvidarán de cómo esta noticia los hizo sentir, sin importar el resultado.
Al final del día, el análisis de la radiografía no señala un pronóstico bueno.
El último en salir, que apague la luz.
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