La reina Sofía y sus hijas vuelven a Atenas para una misa en memoria de Constantino de Grecia | Gente

La reina Sofía, acompañada de sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina, ha viajado de nuevo a Atenas para dar el último adiós a su hermano, Constantino II, fallecido el pasado 10 de enero a los 82 años. Esta ceremonia, de carácter más íntimo que el funeral de finales de enero, se ha celebrado 40 días después de la muerte del último rey de Grecia, en la Catedral Metropolitana de la ciudad de Atenas, siguiendo así con una centenaria tradición. Doña Sofía y sus hijas fueron de las primeras en entrar a la catedral, donde fueron recibidas con aplausos y muestras de cariño por la gente congregada frente al templo.

La reina emérita y las infantas han llegado acompañadas de la princesa Irene de Grecia, hermana de Sofía, para estar junto a la familia real griega al completo, encabezada por la reina Ana María, viuda de Constantino, y el nuevo jefe de la casa, el príncipe Pablo, acompañado de su mujer, Marie Chantal. Alexia, Nicolás, Teodora y Felipe, los otros cuatro hijos de Constantino y Ana María, también han estado presentes en la misa ortodoxa para despedir a su padre. La reina Sofía no se ha separado de su hermana, que caminaba con dificultad.

Constantino Alexios, hijo de Pablo de Grecia y Marie Chantal, junto a la reina Sofía y la princesa Irene.
Constantino Alexios, hijo de Pablo de Grecia y Marie Chantal, junto a la reina Sofía y la princesa Irene. Milos Bicanski (Getty Images)

La liturgia en memoria de Constantino fue presidida por el Santo Sínodo de los altos jerarcas de la Iglesia griega y a ella asistieron unas 200 personas, entre ellas amigos de la familia y políticos conservadores griegos, según los medios locales. También han asistido representantes de asociaciones y organizaciones a las que el difunto estaba íntimamente vinculado, como el Comité Olímpico Internacional, la Federación Internacional de Vela, el Consorcio de Armadores de Grecia o la organización de escuelas Round Square, creada por Constantino II en 1966.

Según dicta el dogma ortodoxo, unos días antes de que se cumplan 40 días del fallecimiento de una persona se celebra una ceremonia conmemorativa (mnimósino, en griego) que va acompañada de oraciones relativas al descanso de su alma. Una ceremonia íntima y discreta, a diferencia del multitudinario funeral celebrado el pasado mes de enero, al que asistieron los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, don Juan Carlos y doña Sofía, Máxima y Guillermo de Holanda, Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, Felipe y Matilde de Bélgica, y la reina Margarita de Dinamarca, hermana de la viuda de Constantino, Ana María. También participaron los soberanos de Luxemburgo y Mónaco, la princesa Ana de Inglaterra (hermana del rey Carlos III) y la reina Noor de Jordania.

La familia real griega, en la despedida de Constantino de Grecia.
La familia real griega, en la despedida de Constantino de Grecia. Milos Bicanski (Getty Images)

Decenas de curiosos se han aproximado a las inmediaciones de la Catedral Metropolitana para ver la llegada de los asistentes. Desde primeras horas de la mañana unos 300 agentes de la Policía fueron desplegados en la zona y se cortó el tráfico en las calles contiguas. Aunque tradicionalmente estas misas conmemorativas suelen reservarse para el círculo más cerrado, la familia quiso invitar a personas que no pudieron acudir a ese primer funeral.

Constanino de Grecia fue uno de los grandes apoyos de la reina Sofía, y la reina Sofía lo fue de Constantino de Grecia. Le acompañó en el exilio y le visitó con frecuencia en su regreso a Grecia. Hacia él corrió cuando se supo que don Juan Carlos había sufrido un accidente en Bostuana cuando cazaba. Una visita breve, ya que tuvo que regresar forzada por las circunstancias para reforzar el papel de la Corona en un momento complicado. Constantino fue el consejero de su hermana y el mediador en ocasiones con su cuñado, papel que ahora lidera el rey Felipe.

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