Orlene, así se llama la última tormenta tropical que se fortalece este viernes en su camino hacia las costas de Colima y Jalisco, donde se prevé que impacte el domingo en forma de huracán de categoría uno. Se esperan lluvias muy fuertes en estos dos estados y en Nayarit y Michoacán, así como vientos con rachas de hasta 50 kilómetros por hora en la costa del Pacífico, según el Servicio Meteorológico Nacional. La temporada de mayor intensidad de huracanes empezó el pasado uno de junio y terminará el próximo 30 de noviembre.
En estos momentos la tormenta se encuentra a 420 kilómetros al sur de Playa Pérula, en Jalisco, y se desplaza hacia el noroeste, hacia la costa, a 7 kilómetros por hora. Tiene vientos sostenidos de 95 kilómetros por hora y su circulación aumenta las probabilidades de lluvia en esa parte del país.
El geólogo Sergio Almazán aprecia que dicha tormenta está un poco “desorganizada”, porque no se ve bien el núcleo del mismo y sus bandas de circulación (la espiral que rodea al núcleo) no están bien definidas. Aun así, se prevé que esto cambie en los próximos días y que se convierta en huracán de categoría uno, “que es lo más probable”, asegura Almazán.
Con este pronóstico, los estados que están en riesgo de verse afectados por Orlene se preparan para el impacto, cuyas lluvias pueden ocasionar el incremento del nivel de ríos y arroyos, y provocar “desbordamientos e inundaciones en zonas de los estados mencionados”, advierte el SMN.
En lugares de costa como Jalisco y Coahuila están acostumbrados a este tipo de eventos extremos. Hace dos semanas, el huracán Kay obligó a suspender clases en Colima, donde se llegó a alcanzar hasta un metro de agua en algunas partes del Estado y que dejaron al menos tres muertos en la costa del Pacífico. En Aguascalientes, un hombre fue encontrado sin vida anclado a uno de los pilares de un puente. En Montemorelos, Nuevo León, un hombre de la tercera edad falleció sepultado tras el derrumbamiento de su vivienda por el arrastre del agua, y en Puerto Vallarta un hombre murió ahogado.
Está previsto que la tormenta tropical Orlene se convierta en los próximos días en huracán de categoría uno en la escala Saffir-Simpson. Esta metodología utiliza la velocidad del viento para clasificar estos fenómenos. En el caso de un huracán de categoría uno se pueden esperar “daños en las estructuras de los edificios, sobre todo en casas flotantes, y daños en árboles y arbustos”, además de inundaciones en zonas costeras y en la rivera de los ríos, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres.
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