Tesla ha decepcionado con sus cuentas del primer trimestre. El crecimiento de las ventas se frena, los márgenes se deterioran y el beneficio cae. La compañía que dirige Elon Musk ha puesto varias excusas, pero en un primer momento no han convencido a los inversores, que castigan la cotización en las horas posteriores a la sesión. Los ingresos del fabricante líder de coches eléctricos crecieron un 24%, hasta 23.329 millones de dólares (unos 21.300 millones de euros al cambio actual), mientras que el beneficio se redujo, también un 24%, hasta 2.513 millones de dólares.
Hay otras señales negativas en sus cuentas. La generación de flujo de caja operativo se redujo un 37% y la de flujo de caja libre, restando inversiones, un 80%. Pero quizá lo que más llama la atención es el deterioro del margen bruto en casi 10 puntos, del 29,1% de hace un año al 19,1%. La razón para ello es, sobre todo, la rebaja de precios acometida por la empresa para hacer frente a la competencia de otros fabricantes. “Nuestros márgenes operativos se redujeron a un ritmo manejable”, dice la empresa pese a esas cifras.
La valoración estratosférica de Tesla de hace año y medio, cuando valía más que todo el resto de fabricantes de coches juntos, partía de la falsa premisa de que iba a ser capaz de acaparar el mercado del coche eléctrico, de mantener sus márgenes y contener sus costes. A medida que los competidores lanzaban nuevos modelos y perdía cuota de mercado en su segmento, la cotización ha caído con fuerza y las valoraciones se han revisado.
Tesla defiende su modelo. “En el actual entorno macroeconómico, vemos este año como una oportunidad única para Tesla. Mientras muchos fabricantes de automóviles se enfrentan a problemas con la economía unitaria de sus programas de vehículos eléctricos, nosotros queremos aprovechar nuestra posición de líder en costes. Estamos centrados en el rápido crecimiento de la producción, las inversiones en autonomía y software para vehículos, y en mantener el rumbo de nuestras inversiones de crecimiento”, señala en su informe trimestral de resultados.
Tesla también justifica las rebajas de precios, que reconoce que ha aplicado en muchos modelos y en todas las regiones. La idea que late es que ganar cuota le favorece a largo plazo por los servicios de posventa y la posibilidad de fidelizar a los clientes, una estrategia no muy diferente a la de las compañías tradicionales del sector: “Nuestra estrategia de precios a corto plazo tiene en cuenta una visión a largo plazo de la rentabilidad por vehículo, dado el valor potencial de por vida de un vehículo Tesla a través de la autonomía, la sobrecarga, la conectividad y el servicio”, se justifica.
En el primer trimestre, el precio medio de cada coche vendido ha rondado los 46.000 dólares, claramente por debajo de los 52.200 del primer trimestre de 2022.
La compañía ha anunciado este mismo miércoles nuevas rebajas de precios en parte de sus modelos. Además, la compañía ha tenido que bajar los precios al ver que había pasado de las listas de espera a no ser capaz de vender todos los coches que fabricaba. Produjo 440.808 coches y entregó 422.875 coches. Las ventas de los modelos de alta gama (S/X) se quedan especialmente cortas: apenas entregó 10.700 de los 19.437 coches fabricados. Eso, a pesar de que Musk había dicho que la demanda se había disparado y que los pedidos duplicaban el ritmo de producción.
El aumento de costes de las materias primas y de la logística también ha deteriorado la rentabilidad. La compañía espera defender los márgenes mediante la reducción de los costes unitarios de sus vehículos, por la mejora de la eficiencia de la producción en sus fábricas más recientes y la reducción de los costes logísticos.
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