El clamor y la indignación de Lorena Gutiérrez ha resonado en los pasillos de la Feria del Libro de Guadalajara. La mujer, megáfono en mano, ha hecho escuchar su reclamo de justicia este jueves por el feminicidio de su hija Fátima, de 12 años, y el asesinato de su hijo Daniel Emilio. Gutiérrez ha acusado al Estado por la indiferencia y la negligencia con la que han manejado los casos y ha advertido de que llevará su protesta a donde sea necesario, incluido este recinto que celebra la libertad de la creación literaria y donde espera que los escritores que aquí se dan cita escuchen su penar y su rabia. “Nada está funcionando. No hay acceso a la justicia, ya no hay acceso a la verdad, a la reparación, a la memoria y mucho menos a la no repetición”, ha dicho Gutiérrez a este diario.
La protesta se ha dado en uno de los días de mayor asistencia en la que es la feria literaria más importante del continente. Miles de personas se paseaban la tarde de este jueves por los pasillos de la FIL en busca de novedades literarias, mientras un grupo de personas colocaba pequeños cuerpos de mujeres hechos de cartulina, con los nombres de las víctimas de feminicidios y desaparecidas: Valeria, de 11 años; María, de 16; Diana, de 11; Victoria Guadalupe, de 6; Yolanda, Rubí, Jessica… Decenas de nombres poblaron las escaleras de la avenida principal de la feria, recordándoles a los visitantes nacionales y extranjeros que están en un país donde ser mujer se paga con la muerte: diez de ellas son asesinadas al día en México y el 90% de estos crímenes siguen en la impunidad. “¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!”, reclamaba Lorena Gutiérrez. “¡Estado, corrupto, por tu culpa estoy de luto!”, clamaba. Aunque un pequeño grupo de personas curiosas se acercó a la protesta, la mayoría de los visitantes se mantuvo indiferente, a pesar de que esta irrumpió en el corazón del evento literario.
“Aquí estamos en la FIL ahora pidiéndole a los escritores que por favor nos ayuden a trascender, que se sepa que están violentando nuestros derechos. Somos víctimas de feminicidio y exigimos al Gobierno federal acceso a la verdad, a la justicia, a la reparación, a la digna memoria, pero sobre todo a la no repetición. Y si esto lo tenemos que replicar en cada uno de los Estados en nuestro país, lo vamos a hacer. Que se sepa en el mundo que en México no hay justicia y que los feminicidios y todos los delitos graves están siendo minimizados. Que el Gobierno está tratando de simular que nada de esto está pasando”, ha reclamado Gutiérrez.
El caso de Fátima, su hija de 12 años, generó consternación por la brutalidad del feminicidio. Ocurrió el 5 de febrero de 2015, cuando tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, arrastraron a la adolescente a un bosque, la violaron y apuñalaron más de noventa veces. “Le abrieron el pecho más de 30 centímetros, le cercenaron la entrepierna, le rompieron sus tobillos, fracturaron sus manos. Y mi hija fue una guerrera, luchó hasta el final, aún con todo eso no murió hasta que le arrojaron tres piedras de más de 30 kilos cada una, que fue lo que terminó con su vida”, contó Gutiérrez a este diario cuando ella y su familia tuvieron que dejar su casa en el Estado de México por la persecución de la que fueron víctimas pro reclamar justicia. “El feminicidio de mi hija nos llevó a que nos desplazaran, y un año después, a pesar de tener medidas de protección por el feminicidio de Fátima, nos asesinaran a Daniel”, ha dicho esta tarde Gutiérrez, en medio del ruino y el alboroto del gentío en la FIL.
Los familiares que esta tarde se han manifestado a su lado han llega de Nuevo León, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Michoacán, lugares que encabezan las listas escritas en sangre de la violencia que desangra a México. “Esta es solo una muestra del error, de la omisión y la indolencia de un Estado corrupto, inepto e indolente, al que no le estamos importando y con su silencio nos siguen asesinando”, ha puntualizado Gutiérrez.
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