Se acabó la etapa de Lionel Messi en París. El PSG decidió no hacer uso de la opción que le permitía prolongar una temporada más el contrato del delantero argentino, según informó el diario L’Equipe. La tensión entre Messi y el PSG había aumentado en las últimas semanas. Sin embargo, el punto y final de la relación entre el club francés y el exdelantero del Barcelona sucedió este martes. Tras caer el pasado domingo ante Lorient (1-3) en la Ligue 1, los jugadores de la entidad parisina tenían entrenamiento el lunes por la mañana y día libre el martes. Messi decidió viajar a Riad (a unos 6.000 kilómetros de París) por un compromiso publicitario con el país del Golfo Pérsico, que mantiene además tensas relaciones con Catar, principal accionista del PSG. Messi, según el club parisino, no contaba con autorización para realizar el mencionado desplazamiento, por lo que ha sido sancionado con dos semanas en las que no podrá ni jugar ni tampoco entrenar. Tampoco, por supuesto, cobrará su sueldo.
Antes de que comenzara el Mundial de Qatar, nadie preveía este abrupto final entre Messi y el PSG. No lo esperaban en París, ni tampoco en Rosario. De hecho, ya habían alcanzado un principio de acuerdo para que el delantero cumpliera el año de contrato optativo que habían pactado en 2021. La oferta no cambiaba: el argentino podía seguir en París siempre y cuando las dos partes estuvieran de acuerdo en respetar las mismas condiciones. El PSG ya había activado su parte y faltaba que Messi hiciera lo propio con la suya. Sin embargo, cuando Jorge Messi, agente del jugador, viajó a París para conocer el nuevo proyecto del club, la relación entre el PSG y Messi se comenzó a enfriar.
Messi empezó a sentir cómo el club lo desestabilizaba. A pesar de marcar 20 goles y de repartir 19 asistencias, una parte de la afición del PSG pitaba al rosarino. En el camino, apareció el Barcelona. El entorno más cercano a Joan Laporta tanteó al capitán de la albiceleste con la posibilidad de regresar al Camp Nou. A la ilusión por la vuelta del argentino se sumó Xavi. Sin embargo, el Barça todavía no ha presentado ninguna oferta formal a la familia del jugador. Hasta ahora, la única posibilidad que tiene el 10 de Argentina sobre su mesa es la de emigrar al Al-Hilal de Arabia Saudí a cambio de 400 millones por una temporada. También tenía la del PSG, claro. Pero la oferta se cayó este martes.
Messi se encuentra en una situación inédita en su carrera. Sin un futuro claro y sancionado. Se perderá, al menos, los encuentros ante el Troyes (7 de mayo) y el Ajaccio (13). Con un salario mensual estimado en unos 3,37 millones de euros, la sanción le privará de aproximadamente 1,70 millones de euros. Esta inaudita penalización coincide con la grave crisis deportiva que atraviesa el PSG, que ha caído en picado desde que acabase el Mundial de Catar, precisamente el que entronizó a Messi.
El equipo capitalino resultó eliminado en los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich y ha perdido tres sus últimos cuatro encuentros en casa, limitando su ventaja en el campeonato local respecto al segundo (Olympique de Marsella) a cinco puntos. El capitán de la selección argentina, de 35 años, termina además contrato con los parisinos el próximo junio.
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