Aunque el invierno astronómico no llegará hasta el 21 de diciembre al hemisferio norte, la estación ya ha empezado este jueves 1 desde el punto de vista del tiempo. Las previsiones para el invierno meteorológico ―que abarca los meses diciembre, enero y febrero, mientras que el astronómico acabará después, el 20 de marzo― apuntan a que en España “será más cálido de normal en la mayor parte del país, menos en Canarias”, avanza Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). En cuanto a las lluvias, se espera que sea lluvioso en el Mediterráneo, Baleares y Canarias, mientras en el resto lo más probable es que llueva por debajo de los valores normales.
Se trata, en todo caso, de una predicción estacional, que proporciona información probabilística en términos de precipitación y temperatura, tendencias a grandes rasgos. Por mucho que insistan en publicitar bulos como las cabañuelas, es imposible pronosticar a largo plazo eventos concretos, como olas de frío, temporales de lluvia o nevadas, ya que ese tipo de predicción llega, como mucho, a 10 días vista. Lo más probable, indica Aemet, es que este trimestre sea en su conjunto más cálido de lo normal en la mayor parte de España, con una probabilidad de que las temperaturas estén por encima de lo habitual del 40% para buena parte de la Península y del 50% en el Mediterráneo y Baleares, frente a solo entre un 20 y un 25% de que queden por debajo de los valores habituales. En Canarias, los escenarios de que sea más cálido o más frío de lo normal son igual de probables, por lo que no hay una tendencia clara.
De momento no está en el radar, pero Aemet no descarta que a lo largo de la primera mitad del invierno se pueda producir alguna ola de frío. Del Campo reitera que el organismo europeo Copernicus observa que la probabilidad de que ocurra un episodio de temperaturas anormalmente bajas es mayor que en inviernos anteriores debido a la configuración atmosférica actual ―un anticiclón de bloqueo en latitudes altas del norte de Europa― y a una mayor cobertura de nieve en el entorno del Círculo Polar. Pero, a corto plazo, no se prevé ninguna ola de frío en España la próxima semana ni tampoco en los próximos 10 días. Desde 1975, ha habido en total 62 olas de frío en España, un fenómeno que va a menos: en la última década, el número de días bajo ola de frío se ha reducido a casi la mitad. El invierno pasado solo hubo una pequeña ola que pasó inadvertida a priori. Se produjo entre el 14 y el 18 de enero y afectó a 11 provincias.
En España suele hacer en invierno una temperatura media entre las máximas y las mínimas de 7,9°. Este valor se sitúa por debajo de los 10° en gran parte del territorio, excepto en zonas de costa del norte, valle del Guadalquivir, costa mediterránea, Baleares y Canarias. Sin embargo, la tendencia, a causa del cambio climático, es a inviernos cada vez más cálidos en los que cada vez nieva menos. El pasado fue muy cálido y seis de los siete últimos han sido cálidos o muy cálidos o extremadamente cálidos, incluido de 2020-2021 a pesar de Filomena, y con el de 2019-2020 como el más cálido desde que hay registros.
En cuanto a las precipitaciones, continúan las malas noticias: solo en el área mediterránea, Baleares y Canarias, Aemet vaticina una estación más lluviosa de lo normal. Este marco de mayores lluvias tiene de un 40% a un 50% de probabilidades frente a un 20-25% de que sean más escasas. En cambio, en la mayor parte de la Península el escenario que apunta lluvias más abundantes de lo normal es “minoritario”: un 20% frente al 40% de que el invierno sea más seco de lo normal. Lo habitual es que de media en España se recojan en invierno unos 200 litros por metro cuadrado.
Falta poco para que acabe el mes de noviembre, que se va a tratar de uno de los cinco más cálidos desde 1961. En cuanto a lluvias, hasta el día 22 había llovido un 8 % menos de lo normal.
Pero el día 30 también acaba el #otoño. En este hilo🧵hacemos un balance preliminar pic.twitter.com/PNP8dYFKAF— AEMET (@AEMET_Esp) November 25, 2022
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Aunque Aemet no ha publicado su balance estacional del otoño, a falta de procesar los últimos datos de noviembre, la estación que acaba de terminar ha sido una sucursal del verano, es decir, muy cálida y seca. La temporada comenzó con un septiembre cálido ―hizo una temperatura 0,6° por encima de la media― y seco. Le siguió un octubre extraordinariamente cálido ―el de mayor temperatura media de la serie y con una anomalía de récord de 3,6°―, en el que llovió dos terceras partes de lo normal. Y noviembre ha sido muy cálido, entre los cinco más cálidos de la serie, que arranca en 1961.
Así, este otoño quedará entre los dos más cálidos de la serie, con una temperatura media superior a 16°, algo que solo había ocurrido antes en 1983. “No es descartable, incluso, que acabe siendo el otoño más cálido de toda la serie”, destacaba hace unos días Aemet. Las lluvias se quedaron al menos en un 20% por debajo de lo normal, por lo que el país sigue en sequía meteorológica.
Todo el año 2022 es, por ahora, el más cálido de la serie histórica. “Solo dos meses (marzo y abril) han sido fríos. El resto han sido cálidos (enero y septiembre), muy cálidos (febrero, junio, agosto y noviembre) o extremadamente cálidos (mayo, julio y octubre)”, subraya la agencia.