El Gobierno de México busca tener más dinero para operar sus proyectos prioritarios y que están en manos de los militares. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto que el dinero recaudado por los ingresos fiscales de turistas que realizan actividades económicas en el país sea entregado a una empresa del Ejército, creada hace un año para administrar aeropuertos como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya y otros destinos turísticos y culturales que construye actualmente la Secretaría de la Defensa Nacional.
En una iniciativa enviada a la Cámara de Diputados este 18 de abril, el mandatario federal busca quitarle estos ingresos al Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) para que los maneje la entidad paraestatal que su gobierno constituyó y que tiene como objeto social “la administración, operación y prestación de servicios aeroportuarios, aeronáuticos, ferroviarios, turísticos, culturales, entre otros de diversa índole”. Aunque en el documento de 11 páginas, López Obrador no menciona el nombre de la empresa paraestatal, fuentes de presidencia han confirmado a EL PAÍS que la entidad a la que se refiere es el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, S.A. de C.V. (GAFSAOMM).
Esta sociedad fue creada el 13 de abril de 2022 por el gobierno federal para administrar, operar, explotar y construir los aeropuertos Felipe Ángeles, Palenque, Chetumal, Tulum y el Tren Maya. Además de acuerdo con los correos del Ejército mexicano filtrados por un grupo de hackers en septiembre del año pasado, la Sedena se prepara para la creación de una aerolínea a cargo de los militares y una empresa que opere desarrollos hoteleros y parques nacionales que se tienen proyectados en Yucatán y en Quintana Roo, llamada Servicios Turísticos Itzamná, las cuales dependerán a su vez del Grupo Olmeca-Maya-Mexica.
En la iniciativa, que propone reformar la Ley Federal de Derechos y la Ley General de Turismo, el presidente justicia los cambios con que la empresa tenga mayores recursos para el cumplimiento de su objeto social. Actualmente, la primera de estas leyes establece que el 20% de los ingresos fiscales se destine al Instituto Nacional de Migración (INM) y el 80% sea empleado en la planeación, estudios, proyectos e inversión en infraestructura que determine el Gobierno federal. La segunda ley señala que el FONATUR estará compuesto, en parte, por este 80% de los ingresos fiscales por la autorización de estancia de extranjeros, elemento que se eliminaría con la reforma impulsada por el presidente López Obrador.
El documento también plantea que el Grupo Olmeca-Maya-Mexica colocará el dinero recaudado, que algunos especialistas estiman en 17.000 millones de pesos anuales, en un nuevo fideicomiso público federal sin estructura que se tendrá que crear en los 120 días hábiles siguientes a la aprobación y entrada en vigor de las reformas propuestas por el presidente López Obrador.
Para ser aprobada la iniciativa del tabasqueño se necesita únicamente el aval de la mayoría simple en el Congreso mexicano, la cual Morena y partidos aliados tienen en la Cámara de Diputados y, en algunas ocasiones, ha logrado conseguir en la Cámara de Senadores.
Más allá de la seguridad nacional, la administración encabezada por el presidente López Obrador ha involucrado cada vez más a los militares en tareas civiles, especialmente en la construcción y administración de sus proyectos prioritarios como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Tren Maya. El tabasqueño ha señalado que mientras las empresas privadas tienden a ser corruptas, los militares son “honestos”. De 2019 a 2023, el Gobierno federal ha destinado 52% más dinero a la Sedena que en los primeros cinco años del sexenio anterior.
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