El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha aliviado la presión de la deuda externa a su sucesor. La Secretaría de Hacienda ha recomprado anticipadamente de un bono con un monto en circulación de 1.200 millones de euros (24.859 millones de pesos) con un vencimiento original del 15 de enero de 2025. Con esta operación, los pagos de amortizaciones de la deuda externa que la próxima Administración federal deberá pagar en 2025 pasaron de 4.240 millones de dólares (82.252 millones de pesos) a 1.280 millones de dólares, unos 24.830 millones de pesos. “Ya hicimos una reestructuración de deuda para que, en 2025, el gobierno que llegue pague la mitad de los intereses de deuda de lo que nosotros pagamos cuando entramos al gobierno”, declaró este jueves el mandatario en Palacio Nacional.
López Obrador busca conjurar el fantasma de las crisis económicas de cada transición sexenal en México a través de un ambicioso plan para reducir los vencimientos de corto plazo de la deuda externa, especialmente aquellos que vencen en 2025. La Secretaría de Hacienda ha detallado que a través de la recompra anticipada de un total de nueve bonos externos, se ha refinanciado un monto agregado de aproximadamente 14.160 millones de dólares, lo que supone el refinanciamiento más grande realizado por un Gobierno.
De acuerdo con el Plan Anual de Financiamiento 2022, el periodo más gravoso para el desembolso de intereses de la deuda externa a lo largo de este siglo era a principios de 2025, el primer año de la etapa post Obrador. El alivio financiero para el nuevo gobierno ha sido presentado como un acto de responsabilidad política, pero es a la vez un guiño al más que probable proyecto continuista de Morena. A falta aún de dos años para las elecciones, todos los sondeos dan un amplio margen de victoria al futuro candidato del partido de López Obrador.
De cara al último tercio de su mandato, López Obrador celebró las acciones del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de O, respecto al manejo de la deuda externa. “Estamos actuando de manera muy responsable en ese sentido, porque la verdad ya financieramente tenemos resuelto todo el sexenio, pero ya estamos pensando hacia adelante. Ya no estoy pensando solo en cómo terminar, que vamos a terminar muy bien, sino cómo dejarle al próximo gobierno holgura, o sea, no así, como le dejó (Carlos) Salinas a (Ernesto) Zedillo, la economía prendida de alfileres”, añadió.
Aunado a la recompra anticipada de bonos, el Gobierno adelantó también el pago a organismos multilaterales, por ejemplo, ya saldó dos préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por un monto de 896 millones de pesos. De acuerdo con Hacienda, el endeudamiento neto con los organismos financieros internacionales durante esta Administración supone solo la mitad del que se realizó en los primeros cuatro años del mandato anterior de Enrique Peña Nieto.
El saldo de la deuda externa neta del sector público federal ascendió a 214.127 millones de dólares, más de cuatro billones de pesos, lo que representó un 2% menos respecto al adeudo contabilizado en diciembre de 2021, cuando la deuda externa neta rebasaba los 218.000 millones de dólares, según cifras de Hacienda.
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