López Obrador, sobre su salud: “Estoy bien. Me han dado por muerto varias veces”

Andrés Manuel López Obrador reapareció tras enfermarse por tercera vez de covid-19. “Como presidente de México, tengo la responsabilidad de informarles sobre mi estado de salud”, dijo el mandatario de 69 años, en un video de 18 minutos para poner fin a días de especulaciones desde que se dio a conocer su contagio el pasado fin de semana. “Estoy bien. Tengo covid y se me complicó porque me fui a una gira”, afirmó. López Obrador admitió que sí tuvo un “desmayo transitorio” durante su viaje por Yucatán, pero no se refirió a ningún problema cardíaco, como barajaron algunos medios de comunicación en los últimos días. Señaló que ha seguido trabajando y confió en poder incorporarse pronto a sus actividades. “Me han dado por muerto varias veces”, zanjó.

“Llama mucho la atención el odio de algunas personas, que desearían que desapareciera”, dijo el presidente, en un mensaje grabado mientras caminaba por el Palacio Nacional, la sede del Gobierno. Fiel a su estilo, López Obrador hizo varias referencias históricas para quejarse de los medios de comunicación y de los “ataques” de los últimos días. “No hay que desearle mal a nadie”, agregó el mandatario, en tono reflexivo y con la voz mormada.

El presidente aclaró públicamente del desvanecimiento que sufrió el domingo en Mérida, donde viajó para supervisar los trabajos del Tren Maya. López Obrador admitió que fue “una gira muy intensa” y recordó que antes estuvo en Veracruz y en Quintana Roo. “Sufrí una crisis porque se me bajó de repente la presión y estando en una reunión con ingenieros militares y con otros servidores públicos como que me quedé dormido”, aseveró. El mandatario no ocultó que hubo preocupación entre los médicos militares que lo atendieron y que hablaron, incluso, de trasladarlo en camilla y en ambulancia.

“No perdí el conocimiento, sí tuve esa situación de desmayo”, reconoció. López Obrador dijo también que no aceptó las recomendaciones de los médicos. “Les dije, miren, él es el general secretario, pero yo soy el comandante supremo de la Fuerzas Armadas, entonces no me van a llevar a ningún lado”, comentó. Lo atendieron en un sillón de donde se estaba celebrando la reunión. Le revisaron la presión y le pusieron un litro de suero. “Afortunadamente, no pasó a mayores”, aseguró. “No hubo ninguna afectación al cerebro, el corazón, nada”.

Momentos después, el presidente aceptó la recomendación de regresar a Ciudad de México en una ambulancia aérea. Pasadas las tres y media de la tarde, López Obrador escribió en su cuenta de Twitter que se había contagiado de covid. Antes, medios locales habían dado a conocer que se había producido un “desvanecimiento”. “Sin embargo, empezaron las especulaciones. Mis adversarios tienen muchísima imaginación”, ironizó. “Han dicho muchísimas cosas que me dio un derrame cerebral, que aquí en Palacio están médicos especialistas, de Cardiología y del Hospital General y no es así”, afirmó el mandatario.

El Ejecutivo dijo que se ha mantenido trabajando en dos discursos, uno para el Día del Trabajo (1 de mayo) y otro para la conmemoración de la Batalla de Puebla (5 de mayo). “Me están informando de lo que está sucediendo en el país”, aseguró. López Obrador destacó, por ejemplo, que “las cosas están marchando en lo económico” y habló del fortalecimiento del peso, de la desaceleración de la inflación y de la creación de empleos. También se dio tiempo para tratar el tema de seguridad y del combate a la incidencia delictiva. “Estamos bien y de buenas”, celebró.

Además de las referencias históricas, López Obrador echó mano de un par de alusiones religiosas. “Yo creo que el creador y los deseos que tenemos de vivir, nos van a permitir terminar nuestro mandato”, afirmó el presidente, que se ha autodefinido como cristiano. También utilizó una frase atribuida a Juan Ruiz de Alarcón para reprobar los rumores que se esparcieron en los últimos días: “Los muertos que vos matáis gozan de buena de salud”. En el mensaje titulado “Una conversación sobre mi salud, para amigos y adversarios”, el mandatario se lanzó contra los medios, los intelectuales y sus rivales de la oposición: “Los veo, muy solos, muy vacíos, con mucho odio”.

El Ejecutivo se sometió con éxito a un cateterismo en enero del año pasado, dos semanas después de que se anunciara que había enfermado de coronavirus por segunda vez. Antes, en 2013, sufrió un infarto. “Mi corazón está al 100″, aseguró al dar a conocer su último contagio. Adán Augusto López, que lo ha suplido en las conferencias mañaneras desde el lunes, aseguró horas antes que el presidente podía regresar antes del fin de semana.

Información en desarrollo.

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