El Gobierno federal sigue abriendo el grifo de recursos a favor de la refinería Dos Bocas en Tabasco y del Tren Maya en el sureste del país. El desembolso del erario para dos de las obras más importantes de esta Administración ha sido mayúsculo en el trascurrir de los últimos meses, de acuerdo con las cifras de la propia Secretaría de Hacienda. En el caso de la refinería Dos Bocas, el proyecto de presupuesto de egresos 2023 calcula que este año la obra cerrará con un gasto de 153.600 millones de pesos, una cifra tres veces superior a los 47.200 millones de pesos aprobados por los diputados para 2022. La misma suerte ha ocurrido con el Tren Maya. Al tercer trimestre de este año, el proyecto ferroviario emblema registra un alza del 51% en la asignación de recursos públicos respecto al presupuesto de egresos avalado en el pleno de San Lázaro. A la megaobra ferroviaria de 1.500 kilómetros de extensión se le han dado más de 32.000 millones de pesos adicionales durante los primeros nueve meses del año.
El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados desglosa estas ampliaciones sobre el Tren Maya. En un inicio, los diputados aprobaron una erogación de 62.942 millones de pesos, sin embargo, a medida que el tendido ferroviario fue avanzando selva adentro, los costes extras aparecieron y ya han rebasado los 91.380 millones de pesos. El análisis del CEFP también da cuenta de la creación de una bolsa con el nombre Fonatur Tren Maya dotada de 4.000 millones de pesos, de los cuales se han ejercido a la fecha 1.200 millones de pesos.
La cereza del pastel, advierte el CEFP, fue el desembolso en estudios millonarios asociados al proyecto ferroviario que se ha dividido en siete tramos para su construcción. “Durante el actual ejercicio se identificaron tres proyectos adicionales relacionados al Tren Maya, que, aunque tampoco contaron con presupuesto aprobado, sí ejercieron recursos”, refiere el documento. Los estudios aludidos están relacional a la construcción de la obra, al diseño de polos de desarrollo a lo largo de la ruta férrea y de un programa de adquisiciones para las reubicaciones de asentamientos humanos en el derecho de vía. En suma, en los estudios se han erogado más de 109 millones de pesos.
A pesar del atolladero judicial con el que se está encontrando el tramo 5 de la obra debido a problemas con el derecho de vía, el presidente López Obrador ha insistido una y otra vez que el Tren Maya —que recorrerá los Estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán— arrancará a toda velocidad en diciembre de 2023. Con la fecha de entrega cada vez más cerca, el desembolso presupuestario se ha catapultado, en suma, la obra suma más de 95.000 millones de pesos del erario.
Sobre la refinería Dos Bocas, el CEFP explica que en el Presupuesto de Egresos 2022 no se identificaron recursos relacionados con el proyecto con la clave que al inicio se encontraba registrado, ni con la denominación Nueva Refinería en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. Sin embargo, a la Secretaría de Energía (Sener) le corresponde realizar la previsión para ejecutar una aportación patrimonial, dar continuidad a la construcción de la nueva Refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, a través de la partida Coordinación de la Política Energética en Hidrocarburos, la cual recibió, originalmente, 45.000 millones de pesos, pero sus recursos crecieron a 109.708 millones de pesos a septiembre pasado.
Analistas y expertos en finanzas públicas advierten de que la dispersión con la que se gastan los recursos en estas obras complica el seguimiento de los recursos. Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) añade que uno de los factores que ha incidido en estos mayores costes ha sido justamente la prisa del Ejecutivo por culminar estas magnas obras antes de que concluya su mandato. “Por hacerlo a las prisas, se empezaron obras antes de tener toda la claridad de los proyectos y la insistencia de este y de otros políticos de inaugurar obras a medias”, refiere.
Aunque la refinería Dos Bocas fue inaugurada el 1 de julio pasado, aún no refina un solo barril de petróleo y esta meta aún se vislumbra lejana. Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC, afirma que esta factoría está a medias a un 54% de su edificación. “La refinería no va avanzando y tiene unos costos significativamente mayores. ¿Por qué se dan los sobrecostos? Por una muy mala planeación en materiales y ejecución de obra”, comenta.
El especialista asegura que la refinería de Dos Bocas continúa siendo un pozo sin fondo de recursos públicos y podría agravarse acorde a los precios de los materiales, principalmente del aluminio y del acero. De acuerdo con los estimados de la consultora GMEC, la factoría terminará costando más de 25.000 millones de dólares y se pronostica que iniciara su operación comercial hasta el último trimestre de 2027.
El presidente López Obrador pretende que el silbar de la locomotora rumbo al sureste más pobre del país se encenderá antes del 2024 y que el primer litro de gasolina hecho en Dos Bocas sea una realidad antes de que concluya su mandato. Para cristalizar estas propuestas continuará el fluir de recursos públicos el siguiente año. Para la refinería Dos Bocas se contempla un gasto de 47.200 millones de pesos, mientras que el Tren Maya recibirá 143.000 millones de pesos el siguiente año, según el presupuesto de egresos.
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